CONTRABANDO ENTRE FUEGO Y VIOLENCIA

La semana pasada la zona altiplánica del occidente orureño, colindante con la extensa frontera con Chile, territorio de la jurisdicción departamental, donde se ubican varias poblaciones rurales, una especial, la de Pisiga en la que se organiza la "resistencia" de los contrabandistas y donde ya se han producido varios enfrentamientos entre los dueños de variada mercadería que es introducida desde Chile y que se deposita en "garajes" de propiedad de comunarios que se supone son también "capitalistas" potenciales del ilícito comercio que no puede ser desbaratado por la injerencia de mucha gente comprometida en los hechos.

Y si se trata de hechos, los que sobresalen están relacionados con el movimiento de elevados capitales que permiten la adquisición de enormes cantidades de mercadería en tal proporción que pueden llenarse varios contenedores que son guiados desde Chile, generalmente de zonas libres portuarias y que sorteando controles aduaneros pasan al territorio nacional, con una escala especial en Pisiga y otras poblaciones menores donde muchos vecinos están atentos al movimiento de caravanas de contrabando.

La anterior semana sucedió algo que es parte de una tarea recurrente de vecinos de Pisiga y el tránsito de camiones de contrabando que pasan por el sector y son guiados por motociclistas conocidos como "loros" que se encargan de observar la ruta kilómetros adelante, ver si hay controles policiales y militares, para dar una especie de vía libre a la caravana de contrabando conformada por cuatro, seis o mas vehículos todos cargados al tope de su capacidad con la mas variada mercadería de contrabando.

En los días pasados sucedió empero, que la tarea de "contraespionaje" de los efectivos militares dio resultado y una columna de contrabando fue detectada e interceptada en territorio boliviano, a poca distancia de Pisiga, donde muchos vecinos reaccionaron tratando de evitar el decomiso de su mercadería, procediendo a lanzar piedras y dinamita a los efectivos militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que al verse atacados y rodeados por mas de un centenar de vecinos hicieron uso de sus armas de fuego para defenderse y para concretar la incautación de tres enormes camiones.

En este proceso, en el que se aclara que no hubo disparos directos a los contrabandistas, se hicieron disparos al aire y lamentablemente un ciudadano "curioso" que no era parte de los comerciantes ilegales fue alcanzado por una bala que le causó la muerte. Lo que vimos después, no ha tenido confirmación oficial pero el hecho es que se prendió fuego a los tres camiones de contrabando, dos de los cuales ardieron con su mercadería y un tercero pretendió escapar volcando y desparramando la mercadería que fue rescatada por los vecinos.

Se trata de un caso que alcanzo ribetes especiales, porque ardieron tres camiones, los contrabandistas atacaron a los efectivos militares, estos tuvieron que defenderse utilizando armas de fuego, se lamento un muerto y finalmente no se produjo ninguna detención de contrabandistas, tampoco hubo incautación y la enorme cantidad de contrabando resulto incinerada.

Este es un hecho preocupante por sus características, la acción de efectivos militares para desbaratar las bandas de contrabandistas, la acción de pobladores civiles, el enfrentamiento de estos con los contrabandistas y el extremo de quemar camiones y carga en otra alternativa de frenar una actividad que ha crecido y que por constituir un grave atentado a la industria y al comercio nacional merece un tratamiento permanente pero también cuidadoso y planificado.

Fuente: LA PATRIA