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Domingo 24 de febrero de 2019

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Cultural El Duende

Herencias de la literatura boliviana

Costumbres relacionadas con el sexo en el folk boliviano

24 feb 2019

Antonio Paredes Candia

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El hombre folk boliviano no concibe el amor sin el acto sexual. Lo uno y lo otro se ensambla para su mentalidad, formando un solo concepto. En los estratos populares citadinos, el concubinato no es caso raro, es costumbre generalizada que tiene mucho que ver con la comprensión sexual de la pareja.

El indígena, en el campo, practica el "sirwiñacu" (área quechua) o el también llamado "warmimañaku" en el agro potosino, que es nada más que la convivencia marital y los contactos sexuales prematrimoniales realizados con aquiescencia de los padres de la pareja. La misma costumbre en el grupo aimara se denomina "tincarjasiña". Sobre esta costumbre, afirma Rigoberto Paredes: "En ambos casos, sea que cohabiten en una misma morada o vivan en casas separadas, la costumbre no es censurada y está convertida, hasta cierto punto, en una institución prematrimonial".

El Warmimunachi

Es un talismán o amuleto labrado en piedra caliza, de una pareja humana en el acto sexual. La creencia supersticiosa del pueblo es que el individuo que la porta será correspondido sexualmente por la mujer que él desea, o ha escogido, o le inspira deseos carnales.

Es un talismán o amuleto labrado en piedra caliza, de una pareja humana en el acto sexual. La creencia supersticiosa del pueblo es que el individuo que la porta será correspondido sexualmente por la mujer que él desea, o ha escogido, o le inspira deseos carnales.

Hay "waqanquis" (otro nombre de estos talismanes), como el conocido con la denominación de "warmimunachi", o mejor dicho "warmimpi munayasiña", es decir hacerse querer con la mujer, que son tan populares que pocos ignoran su aplicación. Este famoso talismán o amuleto lo venden los Callahuayas y tienen la figura de un hombre y una mujer en el acto sexual, o bien abrazados, o con la forma de un falo. Los "waqankis" los fabrican de huesos, metal o de alabastro blanco, el cual afirman haber caído del cielo con el rayo que es quien engendra o trae consigo esa piedra a la tierra".

Enrique Oblitas Poblete, refiriéndose al mismo tema en su libro Cultura Callawaya, escribe que "El amuleto se denomina monolito, jatachicu, ata si jatachicu, warmimunachi, en el Perú cuya-cuya, consiste en un hombre y una mujer unidos en acto sexual. Este amuleto es el más preferido y buscado por la gente. Para que surta efecto seguro, se añaden piedra imán, maíz amarillo, carbón de queñua, hilo de seda de color, un pedazo de la prenda de la persona de quien se desea obtener el amor, pelo de la misma, una fotografía, etc.

El preparado de carácter mágico en el grupo kallawaya, según el mismo Oblitas, es el siguiente: "El pelo de la mujer amarran a la piedra labrada o en su defecto la prenda la guardan en alguna parte preferida como la cama, debajo de la almohada, etc.; para que en lo posible esté el amuleto en contacto de la persona de quien se desea conseguir el amor, a fin de que la magia de atracción del amuleto le transmita su poder. Algunos manejan en el bolsillo para tener y contar siempre con la fuerza misteriosa a la mano".

Supersticiones sobre el acto sexual

� Cuando la mujer no desea cohabitar con un individuo ansioso de hacerlo, debe clavar un gancho o algún instrumento punzante en el colchón. Así evitará que haya erección en el miembro viril.

� Para ser correspondido sexualmente por una mujer, el varón debe hacerle tomar cantáridas secas y molidas. Entonces ella se entregara ardiente. Lo buscará y no le dejará vivir en paz.

Â? El alumbre disuelto en agua sirve para enjuagar la vulva con el objeto de conseguir estrechez.

� Para saber si una mujer padece de enfermedades venéreas, debe acercarse un fósforo en la vagina. Si se enciende está enferma.

� Para que el pene tenga dimensiones grandes o crezca rápido, el varón debe frotarse con ajo.

� Se lleva como un escapulario en una bolsita un pedazo de imán porque sirve de amuleto para conquistar el amor de la persona que se desea.

� Para que un hombre desespere de cohabitar con una determinada mujer, ésta debe darle de beber su menstruación en chocolate.

� Es creencia de que si se unta con sebo de león el miembro viril, hace crecer y aumenta de tamaño, por cuyo motivo aconsejan a las personas desaventajadas que lo usen.

Â? El sebo de jaguar emplean para atraer el amor de una persona. Se dice que es un poderoso amuleto, que inspira el deseo sexual de los otros.

� Con referencia a la lagartija se dice: La pajita que maneja en la boca, si llegan a conseguir, sirve de amuleto para obtener el amor de la persona de quien se pretende ser correspondida, generalmente la acompañan de acantárida y un trocito de imán.

� Para que el hombre no pueda estar apto en la cohabitación, la mujer se coloca en el cabello un alfiler o una aguja.

� Para que el hombre no pueda cohabitar, la mujer se coloca un fósforo en la oreja.

� Al hombre que lleva consigo el amuleto conocido con el nombre de warmimunachi (figuras diminutas en el acto sexual) difícilmente una mujer rechaza en sus solicitudes sexuales.

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