Nuestras materias primas deben asegurar la economía

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Lo expresado en el título de nuestro enfoque, puede entenderse como una reflexión especial, relacionada con la exploración, explotación y exportación de nuestras materias primas, (las tres EX) que configuran un proceso de ineludible cumplimiento para que su "buen uso sea de beneficio".

Lo evidente es que nuestra Nación, desde antes de su fundación histórica, ya fue un escenario de "pródiga entrega de nuestra riqueza" a potencias externas, que inclusive posesionaron sus huestes, para explotar nuestros minerales y trasladarlos a sus centros de transformación industrial, por supuesto en nuestro país la idea de ese tiempo era "recuperar lo más que se pueda por la extracción de nuestra materia prima", en buen tiempo la plata, en otro periodo prolongado el estaño, pasando por la extracción de oro y plata, que igualmente aumentaron ingresos de otras naciones, menos de la nuestra.

El ideal permanente es lograr la industrialización de nuestras materias primas, las mineras en una primera instancia en periodos de cierta bonanza y por un cambio natural en el valor del estaño, se abrió la válvula a los hidrocarburos y de manera especial al gas para su exportación, aunque sin alcanzar hasta el presente, ningún plan de orden industrial. En minería estamos en lo mismo, sólo la producción de estaño metálico, es un paso hacia una futura industria de ese material, mientras tanto lo exportamos como metálico de alta calidad y no hay perspectivas de que suceda por lo menos lo mismo con otros metálicos.

Producimos dos materias primas importantes, pero las vendemos como tal, sin valor agregado y todavía sin posibilidades, de que en nuestro mismo país podamos utilizar industrialmente esa valiosa producción de gas y de minerales. Lo que se desprende de esa apreciación profesional, es que nuestro país carece de una adecuada planificación, para el crecimiento de su economía, estableciendo en la memoria del tiempo que la bonanza nacional, por lo menos en un lapso de tiempo (2006 al 2012), fue resultado de los buenos precios internacionales de nuestros commodities, gas y minerales, en un periodo excepcional que no fue aprovechado convenientemente, ni siquiera para crear el reclamado "fondo de apoyo" que plantearon los mineros, para sortear problemas en periodos críticos, que los hubieron después.

Las experiencias del pasado, las imprevisiones en niveles superiores, la incapacidad para asegurar el manejo de nuestra economía, deben ser parte del nuevo esquema que se plantea con el litio y el hierro, pero sin descuidar el resto de la riqueza minera, para beneficio de todos los bolivianos.