La otra experiencia y sentido virtual a los trabajos escritos de la escuela

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Hoy el educador tiene que afrontar retos para los que a veces no le da suficientemente tiempo en reducida carga horaria. Parte de esta delicada tarea en la primaria y secundaria, será por ejemplo, tratar con estudiantes cuya falta de atención y dificultad en concentrarse es excesiva; alumnos con problemas de adaptación, baja estima, agresivos, intolerantes a la frustración, poco asertivos, carentes de habilidades escolares�? en fin, estudiantes con conductas inesperadas, que llegan a incidir el desenvolvimiento del aprendizaje.

Pero entre las dificultades más acentuadas en la escuela, es el manejo adecuado de la comprensión y expresión escrita. Este aspecto es preocupación a la finalización de la secundaria, porque la sociedad presente exige lectores capacitados con diversas habilidades de comprensión.

Por ello, es común observar a padres de familia en situaciones de ansiedad, buscando cursos de apoyo para sus hijos. La comprensión lectora es la habilidad o capacidad que ha desarrollado el individuo como fruto del proceso cíclico de interpretación, retención, asociación, "comprensión". Puesto que el avance de la lectura, exige tomar en cuenta lo que ya se leyó y comprendió.

En procura de afrontar esta situación, la escuela, desde conferencias, talleres, estrategias�? se ha preocupado para lograr atender este saber. Por lo tanto, en el proceso enseñanza y aprendizaje de la expresión escrita, se deben plantear para resolver este problema, situaciones que tengan sentido para el educando, además puedan ser aplicados en la vida cotidiana permitiendo generar y comunicar conjeturas a diferentes grupos lectores.

Una mirada a los salones del internet y también en el hogar, nos anima a asegurar que hay bastante inclinación a los juegos, la imagen, la música y búsqueda de información. Todo ello, forma parte de la realidad, y la educación fuera de aula del estudiante.

Paralelamente; es probable que por aventajar y apoyarse de aquella información en la red, como es común en nuestros días, el profesor proceda a solicitar trabajos de expresión escrita o como son conocidos trabajos prácticos, que debiendo ser fruto del proceso de enseñanza aprendizaje entre ambos, son en muchos casos, producto del manejo hábil del internet por parte del sólo estudiante.

Sin embargo, la presencia de la información y ofertas de posibilidades temáticas, ha dado lugar a que los trabajos escritos no sean fruto de un análisis paciente, reflexivo, asociativo, creativo, cognitivo por parte de los estudiantes. Situación que, quizá sin querer, ha venido restringiendo el desarrollo de habilidades procedimentales de reescritura, como: búsqueda de ortografía, coherencia, cohesión, unidad, concisión, idiolecto, privilegiando a que lo haga la computadora, ordenando un determinado texto preexistente y foráneo; que como es de suponer, los estudiantes no estarían poniendo en juego capacidades mencionadas.

En consecuencia; el profesor muchas veces, no tiene seguridad sobre la realización real del trabajo, valorando sólo la presentación y cumplimiento.

No es que se esté en contra de los trabajos académicos de procedencia virtual, sino del proceso de seguimiento, aprestamiento y dirección que se les brinda a estos escritos que inclusive en el ámbito universitario, prevalece la presentación formal del empastado y parafraseo en trabajos, carentes de una investigación-acción o aplicación a las necesidades.

Frente a ello; no es recomendable en cuestiones de tareas, dejar todo al procesador, suponemos más bien que este mecanismo virtual, es usual en momentos cuando el alumno desarrolla capacidades realizando con texto digital su propio trabajo. Por una parte; revisar, rescribir, buscar sentido, coherencia, diagramar, imprimir y -por otra-, emplear utilizando habilidades que se brindó en la clase como son las formas que adquiere el lenguaje en discurso: narrativo, descriptivo, argumentativo, dialógico como uso de su propia acción comunicativa, no sólo del área de lengua castellana sino de otras áreas, dado que esta problemática debe ser de compromiso general, atendida también, por todas las áreas que solicitan trabajos escritos.

Conexo a lo anteriormente mencionado, es necesario brindar un acompañamiento personalizado en un trabajo de aula o de hogar, dando cobertura a trabajos extraídos de la red con una segunda lectura, que encamine las posibilidades de aprender a aprender, aprender a resolver problemas, analizar la realidad críticamente, aprender a pensar, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir y por último aprender a descubrir el conocimiento de una manera amena, interesante y motivadora, que logre ser el punto de equilibrio a esta situación de expresión escrita.

El docente hoy, debe apoyarse de lo sabido para aventajar aprendizajes con la presencia didáctica de la computadora en una atmósfera de trabajo comunitario con comunicación clara, profunda, amistosa y serena compartida en el diario vivir. Para ello convendrá entender los nuevos valores y lenguajes de las presentes generaciones.

La clave para el éxito no son las tecnologías en sí mismas, sino su uso adecuado, es decir, saber integrarla adecuadamente a la educación, el hogar de los niños adolescentes y jóvenes desde las nuevas generaciones acorde con los nuevos cambios y con la época en la que estamos viviendo.

En fin, el educador - humanista, diferente al tutorial mecánico, frío, virtual�? Debe apoyar con una educación individualizada, buscando puntos frágiles en el estudiante; con opción a ser - a veces- la única tabla de salvación, donde el alumno con problemas pueda sostenerse. Toca entonces, cuidar ese encuentro todas las clases donde ellos se sientan escuchados especialmente en momentos difíciles.