El mundo es deudor a las mujeres de valor por sus infranqueables luchas desde la creación que, paradójicamente, es la mujer el ser más importante de la creación. Sobre la mujer no nos referimos al valor fÃsico, en el que apenas los humanos somos iguales al alano, que no es considerado como el más discreto de su raza.
El valor moral es lo que caracteriza la verdadera grandeza de la mujer; el valor de buscar, encontrar y exponer la verdad, como lo hace desde hace más de 2.000 años, en la defensa de sus derechos, de la igualdad, equidad y ausencia de discriminación y racismo. El ser justa y honrada la distancia de los hombres, los cuales es más proclives a desatinos financieros y corruptela; el valor de la mujer de resistir la tentación manifestada en toda forma es impenetrable pues son los hombres los que acosan impenitentemente.
El valor moral es lo que caracteriza la verdadera grandeza de la mujer; el valor de buscar, encontrar y exponer la verdad, como lo hace desde hace más de 2.000 años, en la defensa de sus derechos, de la igualdad, equidad y ausencia de discriminación y racismo. El ser justa y honrada la distancia de los hombres, los cuales es más proclives a desatinos financieros y corruptela; el valor de la mujer de resistir la tentación manifestada en toda forma es impenetrable pues son los hombres los que acosan impenitentemente.
La mujer posee estas virtudes y son seguras de conservarlas y sublimarlas, debido a que cada paso de progreso de la humanidad se ha cristalizado en medio de oposiciones y recurrentes dificultades y logrado mayoritariamente por los hombres, empero, siempre habÃa una mujer detrás con el consejo inteligente y la prudencia apropiada para la ocasión. Estas mujeres de valor servÃan de guÃa invaluable a todos los hombres en el dominio del pensamiento.
Sin embargo, todo lo escrito en esta columna infiere que el valor que más falta en este mundo no es el valor de naturaleza heroica; se necesita el valor de la mujer para afrontar la vida ordinaria y ¿Quienes conducen mejor la vida ordinaria sino las mujeres?
La mujer en la vida ordinaria se demuestra tal como realmente es, no pretende pasar por lo que no es, asume el valor de vivir con sus propios medios, los administra sabiamente y es la principal docente en el hogar; es superlativamente honrada y no desarrolla una vida vergonzosa a costa de los demás.
La mujer ha demostrado históricamente que su renuencia y rebeldÃa a ser pasto del mal, de la injusticia y de las malas influencias sociales, son ejemplares.
(*) Abogado, posgrados en Conciliación y Arbitraje, Alta Gerencia para abogados, FilosofÃa y Ciencia PolÃtica, Interculturalidad y Educación Superior, Derecho Aeronáutico, autor del libro "LA MUJER" con dos ediciones, doctor honoris causa con tesis aprobada.
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