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Sábado 09 de febrero de 2019

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Revista Tu Espacio

RESPUESTAS DE PSICOLOGÍA

Trastorno de excoriación (rascarse la piel)

09 feb 2019

Por: Lic Mg.Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramírez - Exclusivo para Tu espacio

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Conforme realizamos atención a pacientes con diferentes psicopatologías, dentro de la clasificación del trastorno obsesivo compulsivo, encontramos las características del trastorno de excoriación, que si bien empieza en la adolescencia, tiende a prolongarse a lo largo de la vida, causando no solo malestar físico y psicológico, sino un deterioro o interferencia en el entorno en donde se desarrolla la persona.

Entre las características esenciales del trastorno de excoriación tenemos el dañarse la piel de forma recurrente hasta producirse lesiones cutáneas, los sitios más frecuentemente escogidos son la cara, los brazos y las manos, pero muchas personas eligen múltiples lugares del cuerpo, incluso pueden rascarse la piel sana, las irregularidades menores de la piel, como granos o callos, o las costras de anteriores rascados. La mayoría de los individuos lo realizan con sus uñas, aunque muchos utilizan pinzas, alfileres u otros objetos. Además del rascado de la piel puede haber frotamiento, presión, punción y mordedura de la piel por lo que los pacientes tratan de ocultar o camuflar las lesiones ya sea con maquillajes, ropa, etc. Otra característica son los intentos repetidos de disminuir o dejar de rascarse la piel.

Entre las características esenciales del trastorno de excoriación tenemos el dañarse la piel de forma recurrente hasta producirse lesiones cutáneas, los sitios más frecuentemente escogidos son la cara, los brazos y las manos, pero muchas personas eligen múltiples lugares del cuerpo, incluso pueden rascarse la piel sana, las irregularidades menores de la piel, como granos o callos, o las costras de anteriores rascados. La mayoría de los individuos lo realizan con sus uñas, aunque muchos utilizan pinzas, alfileres u otros objetos. Además del rascado de la piel puede haber frotamiento, presión, punción y mordedura de la piel por lo que los pacientes tratan de ocultar o camuflar las lesiones ya sea con maquillajes, ropa, etc. Otra característica son los intentos repetidos de disminuir o dejar de rascarse la piel.

El rascado de la piel también puede estar precedido de diferentes estados emocionales o ser provocado por sentimientos de ansiedad o aburrimiento. Es decir que el paciente tiene una sensación creciente de tensión (ya sea inmediatamente antes de rascarse la piel o cuando se resiste a la tentación de hacerlo) para dar finalmente lugar a la satisfacción, placer o una sensación de alivio al sentir que se ha rascado la piel o una costra. Otros individuos, simplemente se dedican a rascarse de manera más automática (p. ej., cuando se produce el rascado de la piel sin tensión precedente y sin conciencia plena), y muchos tienen una mezcla de ambos estilos conductuales. El rascado de la piel no suele ocurrir en presencia de otras personas, salvo miembros de la familia muy cercanos. Algunas personas refieren que rascan la piel de los demás.

Aunque el trastorno de excoriación se puede presentar en diversas edades, el rascado de la piel se inicia más a menudo en la adolescencia, generalmente coincidiendo con el inicio de la pubertad o poco después.

Con frecuencia comienza con una afección dermatológica como el acné. Los sitios de rascado de la piel pueden variar con el tiempo. El curso habitual es crónico y fluctuante. En algunas personas, el trastorno puede aparecer y desaparecer durante semanas, meses o años.

Las consecuencias en el trastorno de excoriación se asocian con angustia, así como con discapacidad social, académica y ocupacional. La mayoría de las personas con esta enfermedad pasan al menos una hora al día rascándose, pensando en el rascado y resistiendo el impulso de rascarse, además evitan eventos sociales o de ocio, así como salir en público. Las complicaciones médicas de rascarse la piel son el daño a los tejidos, la cicatrización y la infección, que puede ser potencialmente mortal.

Por lo mismo es necesaria la intervención profesional especializada, equipo multidisciplinario (psicología, psiquiatría, medicina, otros), para realizar el diagnóstico e intervención a nivel mental y físico, pues podría agravarse más el trastorno, sin una intervención y seguimiento adecuado

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