En medio de la basura y sedimentos de mineral que el Ingenio de Santa Elena de la Empresa Minera Huanuni (EMH) vierte directamente al Río San Juan, se puede observar a medio centenar de chanchos que en esas condiciones de extrema contaminación encuentran su diario alimento.

Ha pasado un año y dos meses, de la inspección a la zona por autoridades originarias y de Gobierno para decretar zona de emergencia ambiental, pero el panorama continúa igual, aunque la EMH avanza en la construcción de su dique de colas para depositar los residuos de la actividad minera de su ingenio, como una forma de frenar la contaminación en la zona.

El Decreto Supremo No. 0335 que declara zona de emergencia ambiental en la sub cuenca Huanuni, no estipula nada sobre el tratamiento de los animales que viven en estas condiciones y que luego son consumidos en forma de los siempre apetecidos chicharrones o fricasés.

Al contrario de sus “primos” de Cochabamba, los cerdos de Huanuni, son un peligro sí su carne es comercializada, por su contacto permanente con minerales pesados, basura y más aún ante la ausencia de las autoridades sanitarias para controlar el destino final de los animales.

Fuente: LA PATRIA

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