Ya transcurrió un mes de la presente gestión y las expectativas del pueblo en pro de cambios efectivos en las políticas gubernamentales siguen vigentes; que se sepa, no han cambiado conductas que signifiquen haber aprendido algo de las experiencias pasadas en 13 largos años: ahorrar, ser austeros, gastar lo mínimo y evitar inversiones públicas que no signifiquen empezar a combatir a la pobreza y al subdesarrollo.
El gastar más sigue siendo fin y objetivo porque se dice que habrán préstamos externos para gastos y para inversiones; pero, la verdad es que si el gobierno no disminuye gastos y evita el derroche comprometiendo la seguridad económica del país, se corre el riesgo de aumentar gravemente el alto monto que ya se debe y, si a ello se añaden los déficits que año tras año se acumulan, ¿cuál puede ser el futuro?
Endeudarnos para invertir no es correcto si se lo hace en empresas que, de entrada, se muestran deficitarias y solo se convierten en "sitios de empleo" para militantes "del partido". Los ejemplos son multiples y así lo comprueban los muchos estudios realizados por economistas y analistas que mostraron claramente los resultados; entonces, ¿para qué nuevas malas inversiones? Estas, serían propicias y bien recibidas, urgentes y necesarias si los estudios que se hagan mostrasen que serán productivas efectivamente, rentables y con sólidas economías que signifiquen expansión y diversificación en el futuro. No hay que planificar "elefantes blancos" que sólo darán pérdidas y serán cargas para el poco dinero que se tiene.
Endeudarnos para invertir no es correcto si se lo hace en empresas que, de entrada, se muestran deficitarias y solo se convierten en "sitios de empleo" para militantes "del partido". Los ejemplos son multiples y así lo comprueban los muchos estudios realizados por economistas y analistas que mostraron claramente los resultados; entonces, ¿para qué nuevas malas inversiones? Estas, serían propicias y bien recibidas, urgentes y necesarias si los estudios que se hagan mostrasen que serán productivas efectivamente, rentables y con sólidas economías que signifiquen expansión y diversificación en el futuro. No hay que planificar "elefantes blancos" que sólo darán pérdidas y serán cargas para el poco dinero que se tiene.
Es preciso, pues, en primer lugar, invertir en la propia conciencia la necesidad de vivir realidades, atenerse a la verdad de posibilidades y situaciones y no hacer nada que solamente complote contra nuestra magra economía; esto implica adquirir y poner en práctica una conciencia de país; conciencia que obligue a hacer lo que se debe y no practicar políticas de gastos irracionales e innecesarios; en otras palabras, actuar como si se tratara del peculio familiar: gastar poco y ahorrar lo más que se pueda, utilizar el dinero en cuestiones urgentes y evitar despilfarros a costa de lo poco que se gane y, en casos extremos, recurrir a préstamos que, luego restringiendo algunos gastos se pagará. Cuidar la economía del país es mostrar cautela, tino, prudencia y mesura.
Será conveniente que todo el dinero destinado a inversiones públicas se destine a la construcción de hospitales y mejoramiento de los existentes; mejorar la calidad de establecimientos educativos y remediar prontamente el drama de los botaderos municipales de basura que tienden a ahogar a la población, eso es lo que debe hacerse en lo inmediato para que lo mediato signifique, recién, mostrar electoralmente que se adquirió conciencia de país y su práctica podría ser permanente.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.