Macroproyectos ¿Hasta cuándo?

Instituciones vivas del departamento de Oruro (Universidad Técnica de Oruro, Empresarios Privados, Asamblea Legislativa, y otros más) exactamente hace tres años y nueve meses entregaron al Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, J. Evo Morales Ayma, una lista de veinte macro proyectos para el departamento de Oruro, entre otros se señalaba la urgencia de contar con una planta para el procesamiento del zinc (por cuya falta el sector prácticamente regala millones de dólares anuales al extranjero, millones que mucha falta hacen en la economía no sólo del país sino del departamento).

La dotación de un parque industrial para crear industrias que puedan enfrentar la pobreza y el desempleo que campean en el país aunque para algunos en el gobierno central no parezca así, la construcción de la doble vía Ancaravi-Oruro, la doble vía Challapata-Oruro, vías de interés estratégico no sólo para la nación sino también para todo el continente, entre otros proyectos, proyectos urgentes de desarrollo, que se encontraban dentro de las posibilidades económicas del Estado Plurinacional, mucho más si como dice el primer mandatario y sus colaboradores "hay bonanza", sea gracias a los buenos precios (pasados) de las materias primas o sea gracias a un milagroso modelo económico "comunitario" (de dudosa existencia real, pese a la inapelable palabra de sus ministros)

Estas exigencias de nuestras instituciones, básicas y no descabelladas, fueron puestas a consideración, como ya se dijo, de la primera autoridad del estado ya en el mes de mayo del pasado 2015, proyectos que también debieron contar con propuestas para solucionar la crisis medioambiental en curso, como también la conclusión urgente del puerto seco y la inclusión decidida en los corredores bioceánicos.

Pero luego de casi 4 años de larga espera, ¿llegaran por fin los "macro proyectos" en palabras de las autoridades a pocos días de celebrar nuestro aniversario departamental?

Sin embrago no está de más repasar algunas entregas que presenciaremos los orureños en estos días, hablamos de una planta de cemento (obra importante pero administrada por el nivel central y sin camino de acceso asfaltado), 5 silos de almacenamiento de cereales (manejados por la estatal Emapa), un matadero de camélido en Turco como una presa en Urmiri (ambos proyectos que debieron ser concluidos hace muchos años atrás), otra presa en Huayllamarca - San Miguel de (que nuevamente será entregada) y como colofón una constitución de la empresa planta de industrialización de litio - coipasa (yacimientos, mercado para el producto, en interrogante).

La pregunta que nos debemos hacer si: ¿Debemos estar agradecidos?, señalemos que el metropolitano de Santa Cruz costará setecientos millones de dólares o el de Cochabamba 433 millones de dólares, señalemos que el aeropuerto de Chimoré costó casi trescientos millones y está completamente equipado (a diferencia de nuestro aeropuerto que en fechas todavía recientes no contaba ni con depósitos de combustible), es decir sin entrar en el campo del reproche, ¿de verdad Oruro se merece esto?

La ciudadanía en general, de nuestro departamento, además de su carácter pacifista, y netamente trabajador e integrador, también brilla por la falta de un espíritu de reivindicación, brillamos porque en diez años estamos en la cola de las prioridades del país, pese a nuestro decisivo aporte día a día, pese a la gran deuda histórica y pese a que somos nosotros, nuestros hermanos y hermanas, nuestro hijos, con el poder de sus brazos y mentes los que desde todo el territorio nacional mueven el aparato productivo sin descanso, porque pese a los desaires de las autoridades seguimos otorgando nuestra confianza y voto a las mismas, para que estas sigan postergando el desarrollo, brillamos por nuestra ausencia en la lucha por los intereses de Oruro, salen más ciudadanos de todas las edades por juegos idiotizadores en sus celulares o marchas por perros abusados que por los desastres ambientales o por la postergación indefinida del puerto seco.

¿Hasta cuándo? ¿La culpa es de nuestras autoridades? Sí y No. Sin embargo culpar de la postergación de Oruro a otros es quitarnos nuestro propio y quizás único mérito, porque mientras al orureño le siga valiendo lo que le pase a su tierra, seguiremos siendo postergados.

(*) Asambleísta Orureño