Muerte asistida: tema no regulado

El trabajo de un legislador debería ser arduo e ininterrumpido para, definitivamente, asumir diligentemente su mandato que emana del pueblo, que no es poca cosa, si nos retrotraemos a los sabios griegos que nos legaron ese apostolado de servir al pueblo como única e irrenunciable condición de un servidor público y un buen político. Parece que a los legisladores en el país les molesta esta condición y desean ser observados y considerados como patricios. El idioma inglés es más preciso para definir a los servidores públicos y los designa como public servants (sirvientes públicos).

Este trabajo maravilloso si se lo observa en su potencialidad y sobre todo en la eventual posibilidad de pasar a la historia con leyes sabiamente concebidas, debería asumir la impronta de la acuciosidad para detectar cualquier ámbito de actividad y decisión de la población que no esté regulado por el Derecho, y que éste no suministre la tipología del delito. Así, el ciudadano y los profesionales pueden acometer acciones circunscritas en el espectro moral sin ser sujetos de penalización pues no existen en su acción capítulo o artículo en el ordenamiento jurídico, es decir, inimputables.

Un tema irrefutablemente importante que no está regulado con precisión y concisión en Bolivia es el de la muerte asistida que presenta vertientes profundas y complicadas en la decisión de segar abruptamente la vida humana, acción que se desagrega para mejor comprensión, meditación de su intensidad espiritual y permisidad legal.

En países cuyos legisladores abordaron oportunamente este inextricable tema moral, lo hicieron motivados por una diligente preocupación y para que las acciones no sobrepujen a las leyes; evitando con ello que las personas involucradas en las diferentes alternativas de asistencia a la muerte no desestructuren su base moral, cuando afronten casos y acciones de decisión de muerte antelada:

Existe la asistencia activa que contempla la intervención directa del médico para inyectar efectivamente, y sólo él, un químico mortal en el torrente sanguíneo del paciente. Esta asistencia activa no está permitida en la mayoría de los países con legislación avanzada, con la debida inserción en sus códigos de este precepto para su fiel sujeción y observancia.

Países como Suiza y Bélgica permiten este extremo, circunstancia que ha generado el "turismo del suicidio" que es sostenido por países cuyos ordenamientos jurídicos prohíben este tipo de asistencia activa para morir. Países como Alemania, líder la Unión Europea y otros de esa geografía prohíben taxativamente esta alternativa, y se deciden por la segunda y tercera alternativas, como se detalla enseguida.

En EE.UU., los estados de Oregón, Washington y Montana permiten esta asistencia activa en la muerte, empero, esta asistencia activa debe cumplir formalidades muy estrictas como: confirmación de una enfermedad terminal; además del obligado diagnóstico elaborado y firmado por dos especialistas en la enfermedad.

Luego se tiene como alternativa la asistencia pasiva que prescribe la provisión de aparatos adecuados para mantener vivo al paciente, es decir, para posibilitar su respiración y alimentación. Con el consenso de sus familiares se puede asistir pasivamente a la muerte del paciente dejando simplemente inactivos los aparatos que lo mantenían en vida artificial. También para esta alternativa se deben cumplir estrictas formalidades.

Otra alternativa es la asistencia indirecta, mediante la cual el médico y sólo él provee el medicamento o químico letal, empero, es el propio paciente quien lo ingiere haciendo uso de sus facultades mentales.

Toda esta información que debe conocer la población, con una elaboración más lograda y técnica debería estar inserta en el Código Penal, con cuya acción se ayuda a la población pues nadie esta indemne a una enfermedad grave o terminal; para que trascienda en una relación concordante entre el ordenamiento jurídico y la base moral de paciente, médicos y familiares.

es abogado, posgrados en Conciliación y Arbitraje, Interculturalidad y Educación Superior, Alta Gerencia para abogados, Filosofía y Ciencia Política(maest), Derecho Aeronáutico, doctor honoris causa(tesis aprobada sobre adicción a las drogas).