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Domingo 27 de enero de 2019

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Cultural El Duende

Notas para una poética

27 ene 2019

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Poesía es el arte que se manifiesta por medio del lenguaje y lo que busca es conmover. Es palabra sujeta a ritmo y suplementada retóricamente. Es ella en sí y, a la vez, el lenguaje y el lector. Dado que el poema debe prolongarse en quien lo lee, lo recita o lo escucha, puesto que es la única manera de que tenga continuidad ese vértigo que, en un límpido instante, es capaz de desvelar sombras, hay que velar-revelar su nombre: poesía.

La materia, de por sí, puede contener o no un cierto grado de poesía, pero es el talento artístico del poeta el único capaz de infundirle auténtica belleza estética. La lírica no tiene una métrica específica, es la intuición del poeta la que la guía.

El poeta, creador literario, debe aprehender de la poesía de la vida y su ser amante. Debe intentar que el lector viva la experiencia que plasma en sus versos. Quede claro que sólo se es poeta mientras se escribe el poema y es en la oscuridad donde radica el placer por descubrir lo escondido. El poeta de saber quién es y ser.

El poeta, creador literario, debe aprehender de la poesía de la vida y su ser amante. Debe intentar que el lector viva la experiencia que plasma en sus versos. Quede claro que sólo se es poeta mientras se escribe el poema y es en la oscuridad donde radica el placer por descubrir lo escondido. El poeta de saber quién es y ser.

El lenguaje poético debe indagar siempre en lo ignoto de las palabras y las imágenes. ¡Novedad, siempre novedad! Atreverse con lo aún por descubrir. El poder del lenguaje es puro hechizo, fuerza plasmadora, magia verbal. De ahí la entrega del poeta y del amante: no eligen. La autenticidad y sinceridad distinguen un texto poético de uno que no lo es. He ahí el estilo personal y la originalidad.

Poetizar es, qué duda cabe, un enfrentamiento con las realidades interiores y exteriores imbricadas en uno mismo, al tiempo que se desarrolla es "agonía": desgarramiento y divertimento en el papel por medio del signo escrito. De alguna manera es ser por y en el ato del quehacer demiurgo, en ese grito desesperado o amable del silencio frente a la realidad frente al silencio.

En todo poema debe existir la vivencia de la palabra, la búsqueda y su propia mística. Se debe perseguir y ofrecer el hallazgo lingüístico, las imágenes inquietantes y la propia sustancialidad del lenguaje poético, que es lenguaje de revelación. Hallazgo sin olvidar el sentido estrófico. Es necesaria la unidad de significación de las palabas y ritmo. Cada palabra del verso debe ser necesaria e insustituible. Los versos son experiencias no sentimiento.

En todo poema es obligado el impersonal. Hay que tener muchísimo cuidado en el uso del yo frente o para los demás. El poema debe tener capacidad de evocación y de sugerencia. Por supuesto, no debe nombrar ni definir. Ambigüedad. Debe quedar suspendido en los márgenes imprecisos de la insinuación, de la seducción y de lo prohibido.

Enrique Villagrasa. España, 1957.

Poeta y periodista.

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