Ambas medidas fueron bien recibidas por el pueblo, sin embargo, encontraron en los comunistas ortodoxos una barrera casi infranqueable, puesto que estos veÃan en los cambios el peligro que corrÃa la unión de desintegrarse ante tanta libertad.
En esos momentos de caos y convulsión, la aparición de una figura fue fundamental y sus decisiones marcaron el rumbo de la historia.
Boris Yeltsin, era un alto miembro del Partido Comunista, y un abierto reformista que habÃa ganado las últimas elecciones, con la promesa de profundizar las transformaciones y mejorar la situación económica.
Totalmente desarmado y con su potente voz como único instrumento, se subió a uno de los tanques que lo cercaban y desde ahà se dirigió a las masas, para que hagan frente a la fuerza militar y prevalezca el poder de los soviets (el pueblo).
Un hombre ha aparecido a la luz pública, casi de la nada, su nombre es Juan Gerardo Guaidó Márquez, y recientemente ha sido nombrado como Presidente Interino de Venezuela, con la misión de llamar a elecciones libres lo antes posible.
Hoy más que nunca se necesita de un nuevo Yeltsin, un valiente que se suba al tanque y ponga el pecho a la situación, que le de esperanza a su gente, que la conduzca a la victoria y que cambie la situación polÃtica, económica y social de uno de los paÃses más ricos del mundo, pero que se muere de hambre por culpa del Socialismo del Siglo XXI.
(*) Paceño, stronguista y liberal
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.