El canto del duelo

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Un fuerte bullicio ocurrió al mediodía del sábado 19 de enero, al frente de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de la ciudad de Oruro. Tal fue el ruido que los funcionarios policiales salieron de su unidad para observar lo ocurrido. Eran varios pajaritos, con su trinar llamaban la atención del ocasional transeúnte.

Hasta ese momento nadie entendía lo que pasaba. Sin embargo, no faltó algún testigo, contó lo sucedido: "Era un pajarito que estaba sobre uno de los cables de esa calle (Bolívar), cuando cayó abruptamente al suelo".

Aquel episodio fue visto por sus "pequeños amigos", quienes no encontraban explicación y comenzaron a realizar trinos ensordecedores, fue ahí que llamaron la atención.

PÃ?RDIDA

Uno de ellos, de cabecita jaspeada no quería resignar a la pérdida de su compañero. Yacía en el suelo y de rato en rato se acercaba para intentar reanimarlo. Trinaba y trinaba, como si fuera a decirle: ¡Levántate, tú puedes!

Sin embargo, no había respuesta, el cuerpo de su amigo estaba inerme y tibio en el piso de cemento.

No faltó algún caminante, quien lo levantó entre sus manos y sintió que su corazón dejó de latir, el pobre pájaro estaba muerto. Posteriormente, fue colocado en la pequeña barda del ventanal de una casa contigua, para evitar que sea aplastado por algún transeúnte distraído.

Los trinos con el paso de los minutos fueron disminuyendo, sus amigos prácticamente habían encontrado la resignación de aquella situación, su compañero los había abandonado, para siempre.

Pese a esa situación, uno de ellos no se resignaba, hacía vuelos por el lugar, recogía pequeñas piedritas y los llevaba hasta él, como si quisiera enterrarlo con la triste despedida de aquel trinar, que consternó a los presentes y quienes calificaron a aquellos seres, en miembros de la naturaleza, con una lealtad envidiada por los hombres.

Fuente: LA PATRIA