Esperando sorpresas plurinacionales

En la fecha recuerda la ciudadanía, un año más del cambio trascendental en la estructuración del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia, dejando de lado la instancia republicana que tenía nuestra Nación desde que fuera fundada. La presencia de un gobierno de renovación, implantó el sistema "plurinacional", que rige la nueva convivencia en la sociedad boliviana y que es parte de la Carta Magna, vigente en nuestra institucionalidad.

Desde que se implantó esta celebración especial, la jornada sirve para que las autoridades de Gobierno ofrezcan un informe a la población sobre los avances de sus programas, los que son parte de la política partidista y la promoción de "Evo cumple" u otros que igualmente se diseminan por varias localidades del país donde se marcan también los programas financiados con dineros del Estado y que constituyen la parte importante de un proceso que se prolongó por más de una década y que está en vías de ampliarse por la vía electoral.

La ocasión es propicia también para encarar reajustes en la estructura administrativa de Gobierno, especialmente en lo que corresponde a ciertos ajustes, en la conducción del poder legislativo, en sus dos cámaras, hecho que ya se dio con alguna anticipación y que puede mostrar, según algunos rumores, la inclusión de esas autoridades salientes en un proceso entrante al gabinete.

Por supuesto nada está dicho, conociendo que en materia de nombramientos es impredecible la decisión del Primer Mandatario, que puede hacer designaciones muy especiales en su entorno de trabajo. Para el proceso actual, se prevé el retorno de algunas figuras de la intimidad palaciega, la ratificación de algunos de sus más directos colaboradores y la renovación de una buena parte del equipo ministerial, atendiendo pedidos de "las bases" que en el último tiempo presentaron muchas denuncias, mientras que sectores aliados como los mineros asalariados y cooperativistas que han planteado su incorporación representativa en el grupo de quienes deciden la suerte del país.

No escapa al criterio nacional el hecho de que viviremos un año electoralista, lo que implica una mayor atención a un proceso que por sus características de preparación, motivación, concienciación colectiva, ordenamiento jurídico y cumplimiento normativo ocupará la atención de los involucrados en el proceso, tanto los protagonistas del frente oficial y sus seguidores, como los candidatos de una fraccionada oposición y su dividida militancia, que seguramente buscará una última alternativa de unir criterios y hacer fuerza por la opción de unidad.

�sta es una gestión especial en la que pueden haber muchas sorpresas plurinacionales, efectivamente como parte del proceso, pero al mismo tiempo como un factor en que se jueguen fuertes intereses partidarios, desde las esferas oficiales, bajando por las plataformas ciudadanas, partidos y agrupaciones, con particulares intenciones que estarán desde todos los ángulos dirigidas a imponer criterios políticos, unos con más fuerza que otros, en todo caso acudiendo a la motivación de ejercer acciones en defensa de la democracia.

Para unos y para otros, hay muchas cosas en juego, un avance en el tiempo que puede despejar algunas dudas, por ejemplo el sostenimiento de una implícita campaña del oficialismo, lo que obligará a un rechazo permanente por parte de la oposición y con ambas posiciones, una distracción colectiva de un electorado que puede perder el interés en la gimnasia electoral.

El domingo venidero habrá una muestra de la conciencia ciudadana en materia electoral, aunque su cumplimiento puede ser parte de una sorpresa plurinacional.

Fuente: LA PATRIA