El SUS debe cerrar brecha inequitativa

Cuando todavía está en debate la implantación del Sistema �?nico de Salud (SUS), surgen informaciones más concretas y ajustadas a una lamentable realidad en materia de infraestructura hospitalaria mostrando una diferencia significativa en la asignación de servicios en algunos distritos del país, el caso concreto de Oruro que registra tan sólo un hospital de tercer nivel en la ciudad, que como se sabe confronta una serie de limitaciones. El otro distrito en el que también hay un solo hospital de tercer nivel, es Potosí, el vecino distrito que como se puede apreciar corresponde al sector occidental y con similitud en sus necesidades de atención a sectores empobrecidos.

Un detalle muy concreto sobre la vigencia de centros hospitalarios de tercer nivel en el país, muestra a la ciudad de La Paz con 8 unidades, le sigue Chuquisaca con 7, Santa Cruz y Cochabamba con 5 cada uno, Tarija y Beni con 2 hospitales cada uno y Oruro y Potosí sólo con un hospital de tercer nivel en las ciudades capitales.

Pudo haberse tomado en cuenta factores especiales como el crecimiento poblacional en los distritos del eje central, caso de La Paz y Santa Cruz, pues Chuquisaca tiene más hospitales que Cochabamba y se dice que esos centros así distribuidos, no satisfacen la demanda de servicios médicos de una población cada vez más creciente.

En el caso de Oruro, se formula una aclaración seguramente pertinente en función a las condiciones de funcionalidad de un nuevo hospital el conocido como Oruro- Corea, que por lo visto está catalogado en el segundo nivel, aunque en la actualidad se ha convertido en el de mayores consultas ciudadanas y el que mejor atiende a miles de pacientes. No se toman en cuenta en este registro los centros hospitalarios de la Caja de Salud, que por las referencias de orden especial en infraestructura y servicios, la mayoría son de segundo nivel, eso significa que no cumplen todas las condiciones de equipamiento clínico, suficiente personal médico profesional y especialistas, mostrando que también en tal sector, el sistema de salud tiene deficiencias.

Los hechos demuestran claramente una desigual distribución de infraestructura y servicios hospitalarios en el país, aunque prevalezca la justificación de un alto crecimiento poblacional, que por supuesto debe estar comprendido en los planes de cada distrito, pero que de ningún modo puede reducir el derecho a mejor atención en departamentos de economía deprimida como Oruro o el caso de Pando donde no hay un hospital de tercer nivel. Potosí tiene un alto movimiento económico por la percepción de regalías mineras, pero como se observa en materia hospitalaria está entre los últimos.

El sistema público de salud está integrado en las condiciones expuestas, por lo mismo la posible aplicación del SUS, tendría que ser fundamentalmente una solución al déficit de servicios en varios distritos y el mejoramiento sustancial de los servicios que ya se ofrecen en los otros centros hospitalarios. Por lo que se sabe, hay un proyecto de construcción de más hospitales de tercer nivel, pero una referencia preliminar muestra que la brecha de atención médica en el país debe cerrarse y no ampliarse, en función al derecho de todos los bolivianos y bolivianas de recibir un servicio igualitario en el cuidado de la salud.

Por los estudios realizados, hay más necesidades en emergencias, terapia intensiva y uso de quirófanos, lo que obliga a delinear centros hospitalarios en los que se prioricen servicios especializados, lo contrario sería aumentar la inequidad en un Sistema �?nico de Salud, igualmente ineficiente al actual.

Fuente: LA PATRIA