Comienza gestión poco halagüeña para el sector de la minería estatal

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Lo que se repitió con inusitada frecuencia, con observaciones en distintos niveles profesionales y laborales, políticos y sindicales, además de ciertas apreciaciones que anticipaban una "gran decepción" a tiempo de poner en marcha el proyecto, se cumplieron de singular manera, con el anuncio oficial de un fracaso al querer poner en marcha el ingenio Lucianita.

Una opinión autorizada de un destacado profesional en minería, ex ministro del ramo y permanente observador de la situación minera, señaló algunos meses atrás que existían muchas dudas sobre la eficacia de un proyecto que se ejecutó sin ningún estudio de factibilidad que incluya los datos pertinentes a la existencia y generación de nuevas reservas para alimentar en Huanuni al nuevo ingenio Lucianita.

El ingenio supuestamente acabado en su construcción y listo para operar, fue entregado con muchos meses de retraso en febrero del 2015, de entonces a la fecha, transcurren cuatro años y luego de muchas peripecias, el ingenio debía iniciar su funcionamiento días atrás.

Lo cierto es que el diseño para tratar 3.000 toneladas de mineral diariamente, parece una difícil opción de cumplir, se supone después de un año en que el ingenio vaya ajustando el incremento de concentrados. Actualmente el ingenio Santa Elena, procesa 1.000 toneladas día, por lo que deberá, generarse tres veces más de concentrados en el tiempo venidero, para alimentar a Lucianita aspecto poco viable en las actuales condiciones restringidas de la explotación de minerales en la mina Huanuni.

Si bien se asegura que el rico yacimiento del Posokoni, da para muchos años más, lo evidente es que para cumplir ese objetivo se necesitan planes renovadoras en los sistemas de explotación, diversificación de trabajos, mayor equipo y un desarrollo profesionalmente supervisado para alcanzar el objetivo de aumentar el volumen de producción, aspecto que sin embargo podría ser la causa de problemas inmediatos, por algunas divergencias en las posiciones de los propios trabajadores que cuidan ciertas "formas de explotación" de minerales en los yacimientos de interior mina, de acuerdo a una referencia especial de una importante ex autoridad de la Comibol.

Lo cierto es que se necesita incrementar la producción de concentrados de estaño de alta ley para proveer de adecuada materia prima a la fundición de Vinto, lo que no se cumple en la proyección estimada, debido a que el ingenio Santa Elena en Huanuni sólo produce 1.000 toneladas/día de concentrados de baja ley, situación que sería superada con el funcionamiento de Lucianita, por lo menos esa era la idea, pero todavía no se concreta.

En el mes de junio del 2011 se contrató a la empresa china Vicstar Unión Engineering, para que construya el ingenio de concentración gravimétrica, para procesar 3.000 toneladas de concentrados por día. El costo inicial del proyecto significó 50.3 millones de dólares y el tiempo de trabajo se estableció en un plazo de 23 meses. El proyecto se retrasó considerablemente y fue entregado en febrero del 2015, lamentablemente sin que pueda efectuarse una prueba de su funcionamiento, porque entonces surgió el problema de la "falta de agua" para el ingenio, algo que se pasó sin observación preliminar a la empresa contratada por 2,5 millones de $us, para supervisar la obra que como se comprobó estaba incompleta a tiempo de ser inaugurada, no habiéndose consignado tampoco la construcción de un "dique de colas".

Lucianita colapsa

El tiempo pasó, el dique no pudo iniciar su actividad y en tres años de una serie de anuncios, se llega al tiempo presente, cuando se da orden de arranque al funcionamiento del ingenio y lamentablemente, en sus primeras operaciones de prueba, Lucianita colapsa tras los primeros días de su puesta en marcha. Según los informes preliminares se estableció una falla del sistema eléctrico, quemándose transformadores, reventó el sistema de cañerías de agua, se detectaron fisuras en la estructura de la base que soporta maquinarias y otra serie de problemas que están siendo evaluados para su corrección y reparación, que deberá estar a cargo de la empresa china Vicstar.

El hecho fue de conocimiento del ministro de minería, quien habría señalado "que estos problemas pueden haber y deben ser reparados en una fase de ajuste para tener un trabajo óptimo más adelante". Para el ministro de minería, la empresa china deberá hacerse cargo de las reparaciones, toda vez que fue la directa responsable de la construcción y montaje de la planta, la misma que no pudo ser puesta a prueba a tiempo de su entrega, por la falta de agua. Lo que falta en adelante, es un proceso de reparaciones que no se sabe cuánto demorará, mientras tanto Lucianita se resiste a funcionar sin garantías.

No hay planes mineros

Este es uno de los casos que afecta a la minería estatal, la que además no puede renovarse por falta de planes concretos para prospección y exploración de nuevos yacimientos mineros, situación muy concreta por falta de recursos financieros, ya que un mínimo porcentaje separado de otro mayor para la Gobernación, hace imposible financiar trabajos que de manera continua y en algunos casos prolongada deben efectuarse en la etapa de investigación y la concreción de positivos emprendimientos mineros, que en las últimas tres décadas han estado ausentes en el distrito de Oruro.

En criterio de los entendidos, el pecado reinante es la falta de una política minera renovada y se mantendrá en tanto no se defina la reestructuración de la empresa estatal minera, Comibol y se ponga en ejecución la Ley Minera debidamente reglamentada y complementada con normas jurídicas que garanticen inversiones, pero también con una normativa tributaria que atraiga inversiones y no las ahuyente.

Algunas referencias en torno a inversiones del sector privado en minería, alientan la esperanza de que se abran fuentes de empleo, mientras que en el sector estatal y propiamente en Huanuni, la situación es inversa pues mientras un grupo de ex cooperativistas presionaba por lograr acomodo en Huanuni, el gerente de la empresa confirmaba que "hay necesidad de disminuir la actual cantidad de trabajadores que está por encima de las 3.200 personas, cuando lo óptimo para equilibrar costos en Huanuni no debería exceder de 1.500 trabajadores". Un asunto que merece solución práctica y no política, según los dirigentes del renovado sindicato minero, consientes de la realidad de su empresa.

Mientras tanto los dos mega proyectos mineros, el litio y el hierro, ocupan la atención colectiva, aún así, se trata de proyectos a mediano y largo plazo.