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Sábado 12 de enero de 2019

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Revista Tu Espacio

RESPUESTAS DE PSICOLOGÃA

Trastorno de apego reactivo

12 ene 2019

Por: Lic. Mg. Sc.(c) Rodrigo Aliendre Ramírez - Exclusivo para Tu espacio

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Muchas veces en nuestras vidas nos vemos envueltos en hechos traumáticos y estresantes que nos dejan secuelas a corto, mediano y largo plazo, por lo mismo se desarrollará uno de los trastornos relacionados con el trauma y estrés, denominado Trastorno de apego reactivo. Este trastorno tiene sintomatología poco conocida, por eso veremos pautas para identificar sus características y causas en el paciente que lo padece y que por lo general son niños y niñas, a los cuales les resulta difícil expresar lo que sienten o avisar si tienen algún malestar a sus progenitores y cuidadores.

Entre las características principales del trastorno de apego reactivo que se evidencia cuando el niño tiene la edad de nueve meses, hasta antes de los cinco años, tenemos un comportamiento inhibido y emocionalmente retraído hacia los cuidadores, donde el niño pocas veces busca consuelo y raras veces se deja consolar cuando tiene o siente malestar. En cuanto a su trato social y emocional, la reacción del niño es mínima, tiene afecto limitado, episodios de irritabilidad, tristeza y miedo que no puede ser explicado, y son evidentes cuando existen interacciones que no son amenazantes o peligrosas. Las posibles causas de este trastorno son que el niño haya experimentado un cuadro de cuidado insuficiente, negligencia o carencia social y falta de persistencia en tener cubiertas todas las necesidades emocionales para disponer de bienestar, estímulo y afecto de sus cuidadores. Así también los cambios repentinos de los cuidadores primarios reducen la oportunidad de apego estable. Otra posible causa es la educación en contextos no habituales que reduce el establecimiento de apego selectivo.

Entre las características principales del trastorno de apego reactivo que se evidencia cuando el niño tiene la edad de nueve meses, hasta antes de los cinco años, tenemos un comportamiento inhibido y emocionalmente retraído hacia los cuidadores, donde el niño pocas veces busca consuelo y raras veces se deja consolar cuando tiene o siente malestar. En cuanto a su trato social y emocional, la reacción del niño es mínima, tiene afecto limitado, episodios de irritabilidad, tristeza y miedo que no puede ser explicado, y son evidentes cuando existen interacciones que no son amenazantes o peligrosas. Las posibles causas de este trastorno son que el niño haya experimentado un cuadro de cuidado insuficiente, negligencia o carencia social y falta de persistencia en tener cubiertas todas las necesidades emocionales para disponer de bienestar, estímulo y afecto de sus cuidadores. Así también los cambios repentinos de los cuidadores primarios reducen la oportunidad de apego estable. Otra posible causa es la educación en contextos no habituales que reduce el establecimiento de apego selectivo.

El trastorno de apego reactivo de la lactancia o la primera infancia se caracteriza por un patrón de conductas de apego notablemente alterado e inadecuado para el desarrollo, en el que el niño raramente recurre a una figura de apego para su comodidad, apoyo, protección y crianza. La característica esencial es la ausencia de apego o un apego muy poco desarrollado entre el niño y sus presuntos cuidadores adultos. Se piensa que los niños con trastorno de apego reactivo tienen la capacidad de crear apegos selectivos. Sin embargo, dadas las oportunidades limitadas durante el desarrollo temprano, los niños no muestran manifestaciones de apego selectivo. Es decir, cuando tienen problemas, no muestran intentos coherentes de obtener consuelo, apoyo, cuidado o protección de sus cuidadores. Además, cuando se encuentran con dificultades, los niños con este trastorno sólo responden mínimamente a los intentos de sus cuidadores de consolarles. El trastorno se ha observado en los niños pequeños expuestos a negligencia grave antes de ser alojados en hogares de acogida o en instituciones.

La importancia del diagnóstico y tratamiento radica esencialmente en que los cuidadores adultos, puedan observar ciertos síntomas descritos de este trastornó y poder derivar a un profesional especializado en esta área (Psicólogos, psiquiatras, otros), pues los síntomas del trastorno podrían continuar durante varios años, ya que el trastorno de apego reactivo, dificultará la manera de relacionarse con sus pares y con los adultos existiendo interferencia en su desarrollo en general.

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