"El oÃdo de los perros es altamente sensible, como 20 veces más que la del humano, imagÃnense si a ustedes les pusieran ante un ruido ensordecedor, lo primero que harán será tratar de huir del lugar, los canes lo hacen y tratan de entrar a sus casas o debajo de la cama. Aparte de que les causa un gran dolor fÃsico les produce una ansiedad que no pueden controlar, es lamentable que a pesar de ver este comportamiento muchos vecinos continúan reventando estos juegos, incluso se ha conocido casos de crueldad animal en los que amarran esto en la cola o cuerpo del indefenso animalito", indicó.
"Por favor señores entiendan, los perritos no están jugando, cuando ven a uno queriendo apagar o morder estos fuegos artificiales como el caso del perro "petardos", no es posible que disfrutemos y riamos, el animalito está exponiendo su propia vida al entrar en contacto con los elementos quÃmicos y con el explosivo que le puede reventar en la boca", señaló.
¿Cómo ayudarlos?
La principal recomendación que realiza Vásquez y veterinarios, es calmarlos y que salgan del grado de ansiedad y desesperación que presenta, no llamarles la atención como si habrÃan hecho algo malo pues se les generará mayor daño y confusión.
Sólo en casos de extremas alteraciones, recomiendan medicarlos con algunos relajantes, estos fármacos deben ser obligatoriamente proporcionados por un profesional.
Daños en el animal y secuelas
El principal daño que produce la pirotecnia en los perros es al aparato auditivo, el cual puede incluso desencadenar en una sordera momentánea o de por vida.
El miedo produce un trauma muy fuerte, lo que hace que no puedan contenerse al orinar, por lo que algunos animales al asustarse con los fuegos artificiales o ante otros ruidos fuertes se orinen sin control, en caso de ocurrir esto se debe acudir a un veterinario. Algunos canes vomitan, tienen ataques o dejan de comer.
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