Martes 01 de enero de 2019
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Es cautivante ingresar a la percepción progresiva del modo de reconstruir los primeros, determinantes y decisivos instantes de la filosofÃa. Paradójicamente el término aporÃa que significa conceptualmente el problema, la cuestión, la dificultad, en resumen, todo aquello que se presente a nuestra razón obliterado y que no deja paso a nuestra comprensión, ayudó a esa reconstrucción.
"Poros", concepto del idioma griego significa la salida que se encuentra en un lugar terrestre, marÃtimo, lacustre o fluvial donde parecÃa, para nuestra desesperación, no haberla; de ello se derivan otras secundarias significaciones como camino, puente, trayecto; empero, en la misma palabra poros todo lo anterior está matizado por su negación pues no es un camino cualquiera sino el que súbitamente descubrimos cuando habÃamos desesperado de encontrarlo de manera que poros significa también recurso o expediente y en consecuencia solución.
Si nos encontramos en la situación eventual de no ver la salida ni descubrir camino, nos sentiremos sin salida, sin camino y a esto corresponde exactamente el término o vocablo aporÃa, tal como lo definÃamos en el primer párrafo.
