Sin embargo, para muchos, el acto de cambiar de calendario ha sucedido sin inquietudes, como si nada trascendental ocurriera. El nuevo calendario trae novedad y nos anuncia «borrón y cuenta nueva», pero no debe ser asÃ, porque quizás no tengamos oportunidad de cambiar muchos calendarios más, y cada substitución debe considerarse con mucha seriedad.
Y es estremecedor para el que no ha aprovechado cada una de las grandes oportunidades que Dios le ha concedido para que pudiera alcanzar el contenido de la invitación de Jesús: «Amontonen los tesoros del cielo».
John Horvat, de Tradición, Familia y Propiedad, de los Estados Unidos, autor del extraordinario libro «Retorno al orden», dice que aunque muchas personas rechazan hacer resoluciones al inicio del año nuevo, afirmando que son simplemente buenas intenciones que casi no se cumplen, que se las hace en la prisa de las cosas y que nadie tiene tiempo para mantenerlas el inicio del año nuevo es un tiempo oportuno de hacerlas y que no está de acuerdo con esa visión negativa de no efectuar resoluciones al inicio del nuevo año.
Primeramente subraya que, las resoluciones deben ser buenas resoluciones, no caprichos fugaces y sostiene que hay tres secretos para hacer buenas resoluciones. El primero es elegir una tarea que sea muy concreta y especÃfica, como estudiar un tema en particular. Segundo, debe ser factible, aunque solo sea por quince minutos. Finalmente, debe hacerse de manera consistente, todos los dÃas si es posible. En el cumplimiento de las resoluciones, debemos recordar que es mejor hacer poco que mucho.
Afirma que las verdaderas resoluciones son necesarias para poner orden en nuestras vidas. Una forma sencilla de hacer esto es tomar en serio los tres secretos para tomar buenas resoluciones y adaptar las siguientes cinco resoluciones según las circunstancias.
Una segunda resolución podrÃa tratar con la adopción de un enfoque más orgánico para los problemas de la vida. Una solución concreta serÃa dedicar tiempo a estudiar, leer, caminar, conversar u orar, de nuevo, aunque solo sea por quince minutos. Cuando se desarrollan hábitos como estos, tienen el efecto de poner la vida en orden.
Una tercera resolución serÃa encontrar formas de buscar cosas sublimes, que son aquellas que, por su excelencia, nos dejan intimidar por su magnificencia, grandeza y maravilla. Un ejemplo concreto serÃa tomarse un tiempo cada dÃa, incluso sólo por quince minutos para desarrollar una habilidad artÃstica como tocar un instrumento, pintar, escribir o incluso cocinar. Tal resolución ayudará a expandir los horizontes y mirar más allá de ti mismo.
La cuarta se centra en lo que el libro «Retorno al orden», denomina soñar, es decir imaginar cómo las cosas pueden ser mejores, más bellas o más sublimes. Una resolución concreta podrÃa ser desarrollar una habilidad, un proyecto, un jardÃn, una habitación, e imaginar formas de mejorarlos. Tal imaginación siempre ha sido la base de la cultura.
Finalmente, la quinta resolución involucra abrazar la Cruz de Cristo. Esto significa aceptar el hecho de que la vida está llena de cruces y nuestra actitud no debe ser el resentimiento hacia las desgracias de la vida, sino la aceptación y la resignación.
Una resolución concreta implicarÃa desarrollar hábitos de oración y súplica ante el sufrimiento mayor. Esto podrÃa incluir, por ejemplo, visitar el SantÃsimo Sacramento, la Capilla de la Adoración o practicar una devoción en los momentos de prueba, incluso si es solo por quince minutos. La parte importante de esta resolución es desarrollar una actitud hacia la cruz que ponga su alma en orden. Asà el Año Nuevo será completamente un Nuevo Año.
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