Un comienzo del nuevo año tiene que ser dándole la bienvenida y con la fe puesta en que los siguientes 365 dÃas serán de pacÃfica convivencia entre bolivianos, esperando que se cumplan los mejores anhelos de las familias que esperan mejores condiciones de vida y tienen marcado optimismo de que una nueva gestión, permitirá renovar intenciones y desarrollar todos los planes que están rezagados y que serán realizados.
Por supuesto se trata de un pensamiento generalizado que implica un recordatorio a las autoridades nacionales y departamentales para que a tiempo de hacer recuento de lo que no hicieron el año pasado, prioricen todo aquello que constituyen programas de beneficio colectivo y que no pueden postergarse indefinidamente.
Si se trata de más anuncios sobredimensionados en la alternativa polÃtica partidista que están al margen de la acción realista, indudablemente que la frustración que se arrastra de la gestión pasada puede alterar el comienzo de un renovado proceso de servicio efectivo para mostrar un verdadero cambio de situación que significa satisfacer los anhelos ciudadanos, con una eficiente y permanente entrega de capacidad, voluntad y entereza en el cumplimiento de metas, muchas anticipadas a las que no llegaron los objetivos deseados el 2018.
Hay algunos dichos polÃticos que se atribuyen a los gobernantes y que son repetidos con inusitada frecuencia, pero que en los hechos estuvieron lejos de cumplirse en la reciente gestión concluida, por ejemplo, el compromiso de "gobernar escuchando al pueblo", o el anuncio frecuente de evitar gastos innecesarios y suntuarios, cuando muchos hechos demostraron lo contrario.
Si hay algo que será difÃcil cambiar, es el proceso electoralista del nuevo año que precisamente servirá para encarar un tránsito, ojala sea pacÃfico, respetuoso de las leyes y de los derechos ciudadanos, que se enmarque en la Constitución PolÃtica del Estado y que no vulnere las libertades y la democracia
Hay muchos buenos deseos, paralelos a las buenas intenciones, un conjunto de ideas y propósitos que la mayorÃa de bolivianos y bolivianas quisieran que se hagan realidad en este nuevo año, por encima de los afanes politiqueros que ojalá no opaquen el brillante cielo de libertad y justicia que predomine en la inmensidad de nuestro territorio, donde debe reinar la concordia, como el signo más sencillo de entendimiento y comprensión.
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