Sábado 29 de diciembre de 2018
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La filosofÃa no reposa en la función exclusiva de la intensidad vital del filósofo, sino que éste arroja al público su doctrina y el público no es este o aquel otro hombre o mujer; es una colectividad humana, es una sociedad y ¿Cómo reacciona esta sociedad ante el hecho de la filosofÃa en cada momento de su historia?, la sociedad comprende que la filosofÃa es una función de la vida colectiva, es un hecho social, es una institución.
Si nos preguntaran ¿Qué es filosofÃa?, solo se puede intentar responder con el debido orden y se tendrÃa que comenzar por describir lo primero que de la filosofÃa hallamos su faceta más inmediata "lo primero para nosotros", decÃa Aristóteles. El hombre y la mujer contemporáneos, antes de que la filosofÃa sea algo dentro de ellos, la encuentran fuera como una realidad pública; encuentran la filosofÃa como una magistratura estatal, una burocracia, unos profesores de filosofÃa; magistratura que es pagada.
La filosofÃa se la encuentra en forma de libros que se comercializan y que son producto de una industria. Ã?ste es el aspecto primario de la filosofÃa y está en lo que se sabe de ella quién de ella sepa menos. El filósofo auténtico que vive absorto en la profunda meditación de la intimidad de los problemas es proclive a olvidar y hasta desdeñar esta faceta primaria; siendo que es una porción nada deleznable ni desdeñable que no se debe formalizar pues es la realidad integral "filosofÃa".
Si el Estado dota y mantiene cátedras de filosofÃa y las instala; si existen industrias que se esmeran en la edición de textos filosóficos, significa inequÃvocamente que en la sociedad es vigente la convicción de que la filosofÃa no solo es realidad del Estado como institución y realidad económica que existe en el mercado como industria editorial sino que asume otra forma de realidad en la opinión pública.
