Sacrificio humano

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El sábado 4 de agosto se conoció con indignación que un recién nacido fue ofrendado, presumiblemente por su madre, ante el cerro bautizado como Tata Sabaya, situado en el Occidente del Departamento de Oruro. Día antes se celebraba el tradicional "primer viernes", donde muchos bolivianos están acostumbrados a efectuar una serie de rituales dedicados a la Madre Tierra o Pachamama.

La Policía tomó conocimiento del hecho y sus funcionarios viajaron hasta los pies de aquel cerro. Allí encontraron el cuerpo del recién nacido, estaba sin vida, desnudo y rodeado de hojas de coca, lo que hizo presumir que el bebé sería parte de un sacrificio humano hecho por desconocidos, a fin de tener prosperidad, según reza la tradición de esa parte del Occidente orureño.

Asimismo, de acuerdo a la cultura occidental el conocido "primer viernes" de agosto tiene más significancia, por ser el mes de la Patria, aunque otras personas califican también como el "mes del diablo".

Según la tradición oral y las creencias, se cuenta que en Sabaya se sacrifica al primogénito, para que la Pachamama y, en este caso, el Tata Sabaya responda positivamente a esa ofrenda.

Sin embargo, solo es una creencia, que la Policía realizó la investigación para determinar en realidad qué pasó, ya que el caso fue tipificado como un infanticidio. Hasta este mes de diciembre, aún quedan muchas incógnitas de este caso, que no fue esclarecido y que muy probable sea que se tengan más interrogantes que respuestas.

HALLAZGO

El hallazgo del cuerpo del recién nacido estuvo a cargo de una mujer, quien se encontraba pasteando a sus ovejas por el sector de la comunidad de Cahuana, perteneciente a la provincia Sabaya. Mientras estaba en esa actividad en las faldas del cerro Tata Sabaya, observó en un sector donde predominaban las rocas el cuerpo sin vida de un bebé.

Muy asustada por la imagen, raudamente desapareció del lugar y vía celular se comunicó con otra persona para que se encargue de hacer la denuncia respectiva ante la Policía.

INVESTIGACIÃ?N

De acuerdo a la investigación que realizó el personal de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), se estableció que el bebé tenía entre diez a 30 días de nacido.

Los investigadores a cargo se movilizaron por las comunidades de la zona a fin de dar con algunos datos que permitan dar con la progenitora de la criatura, sin embargo, aquel trabajo no dio resultados.

Fuente: LA PATRIA