Viernes 28 de diciembre de 2018
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Me referiré a la administración de los recursos minerales, tema clave para la salud económica del paÃs y pese a la letanÃa de sectores anti-minerÃa que critican el extractivismo puro y duro y proponen diversificar los sectores no tradicionales de la economÃa, pese a que es una verdad de Perogrullo que sin gas ni minerales el paÃs no serÃa viable, esa es nuestra situación actual y nuestra perspectiva a mediano y largo plazo. La diversificación y sustitución de exportaciones ya se mencionó en el Plan Bohan de los años 50, que logró integrar el oriente del paÃs con ese fin y en los muchos planes que sucedieron a aquel desde entonces. El camino recorrido es largo y al final, matices más o menos, la dependencia sigue. Por eso paÃses del primer mundo han vuelto a reabrir viejas minas, algunas de carbón y otras de metales básicos por la perspectiva tecnológica que ofrecen ciertos componentes como cadmio, cobalto, platino y nÃquel; también están de moda los proyectos en salares que contienen litio, potasio o manganeso y las minas que puedan contener grafito, un elemento estelar para la tecnologÃa actual que busca la transición energética a fuentes menos contaminantes y para los gadgets que permiten almacenarla y suministrarla a poblados cada vez mayores. Por eso todas las transnacionales están en la frenética búsqueda de minas de Espodumeno por su contenido de litio más alto que en las salmueras, parámetro definitorio en la reducción de costos de baterÃas y autos eléctricos. Por eso Estados Unidos es ahora el primer productor de petróleo y ha desestabilizado la OPEP (Organización de PaÃses Exportadores de Petróleo); por eso paÃses del primer mundo ya están con la mira puesta en el cosmos, en los planetas vecinos y sus satélites y en algunos asteroides donde ya se han identificado metales preciosos y tecnológicos en concentraciones muy altas, la minerÃa en el cosmos ya está en los planes.