Luego de las bendiciones de la Navidad de Jesús, los bolivianos albergamos la esperanza de que el nuevo año sea mejor, que se superen las dificultades, que efectivamente haya unidad y comprensión entre todos, que la familia siga siendo el fundamento de la vida y obra de todos los hijos de esta patria; son esperanzas que se renuevan porque ellas nos ayudan a enfrentar los momentos aciagos en que, muchas veces, se nos sume a todos.
El nuevo año podría ser lo que los bolivianos en el fondo del corazón y en el cúmulo de esperanzas, queremos que sea; que, inmersos en procesos electorales haya la suficiente conciencia personal en cada uno para consolidar la democracia, para hacer que la Constitución y las leyes se impongan sobre imposturas que se ciernen como amenazas; para comprender que todos los hijos de esta patria merecemos combatir la pobreza, al subdesarrollo y la dependencia; que las discrepancias, racismos y complejos desaparezcan; que entendamos que desunidos nada podremos y solo empeoraremos los factores de pugnas y desacuerdos.
Nuestro país espera la conciencia y voluntad de todos y nadie puede sentir indiferencia ante los desafíos que es preciso enfrentar y que unidos podremos vencer; que entendamos la urgencia de tomar conciencia de país y vocación por el bien común que nos una a todos; que lo sufrido sea superado, que lo bueno hecho sea mejorado, que los factores que contribuyeron a la desunión se conviertan en lazos y nexos de unidad en aras de todo lo que anhelamos.
El Gobierno, en casi trece años, ha mostrado intenciones que no siempre se han cumplido porque tuvo frenos propios y extraños hechos mayor pobreza, imposición de yerros como son la permisividad al crecimiento del contrabando, la corrupción y el narcotráfico que, por esfuerzos que se hayan hecho, no han sido suficientes para vencer; pero, la voluntad de ganar la gran batalla no está disminuida; al contrario, se torna vigorosa y latente porque se toma conciencia de lo que conviene a toda la nación.
Todo lo que viene precisa mantener la esperanza de superarlo en el día a día, porque la voluntad general del pueblo está forjada por gobernantes y gobernados que podemos superar los males que hasta ahora nos han tenido separados, alejados de las esperanzas comunes en que se supere el derroche y malgasto inútil, que se observe austeridad y mesura con los bienes del Estado; que el entendimiento sea instrumento para el diálogo y la unidad; que el razonar honesta y responsablemente implique encontrar los caminos que convienen a todos los bolivianos en bien de las actuales y futuras generaciones; que Dios, siempre presente en nuestros espíritus y corazones, nos bendiga.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.