Ordenamiento urbano municipal

Un adecuado movimiento de personas y vehículos, utilizando el espacio público de la ciudad que ha sido destinado específicamente para ordenar, asegurar, garantizar y dar comodidad a los habitantes de una ciudad, no puede ser alterado por las caprichosas transgresiones de algunos sectores, como los transportistas o los comerciantes informales, que invaden aceras, las rebasan y pasan a las calzadas sin respetar las áreas definidas en un plan urbanístico debidamente planificado.

Gente que llega del interior se admira del crecimiento caótico de la ciudad y sin dudar la compara con un gigante mercado (persa) en el que no rigen medidas de orden y cada quien se ubica donde quiere y como puede, mostrando además una total indisciplina, si se trata de cumplir pocas e inútiles disposiciones comunales.

Algunas autoridades comunales confunden sus funciones y piensan que las mismas no pasan de formular "presupuestos anuales", cobrar impuestos o aprobar sanciones que en muchos casos ni se efectivizan porque la fuerza de vecinos o de agrupaciones laborales de transportistas o gremiales las rechaza y prevalece la caótica situación que incomoda y pone en riesgo la integridad física de miles de vecinos, cuyo espacio urbano está arbitrariamente utilizado.

El sistema de urbanismo es sólo parte de la teoría que manejan algunos técnicos y que lamentablemente ignoran otros funcionarios, incluso los de niveles superiores que deberían ser responsables de normar la funcionalidad de un verdadero sistema urbanístico que implique, el ordenamiento de la ciudad dotándola de calidad en servicios, con calles limpias, aceras despejadas, calzadas con un regular movimiento de vehículos, efectivos municipales y policiales en permanente control que otorgue seguridad a la vecindad, especialmente niños y personas de la tercera edad que merecen atención especial.

En el centro urbano de nuestra atestada ciudad, pasa de todo, la gente compite en las calles con las movilidades, mientras aceras y calzadas están ocupadas por centenares de comerciantes. El controvertido Concejo Municipal no se atreve a dictar medidas que eliminen el caos reinante, que reordene la circulación de vehículos de servicio público y que ubique en enorme mercado a la mayoría de los comerciantes callejeros, mientras eso suceda por lo menos despeje algunas calles y ubique a comerciantes en las centenares de casetas cerradas en el interior de la ex aduana.

Hablar de ordenamiento urbano municipal, es simplemente recordar a las autoridades del "Gobierno Municipal" la obligación que tienen de legislar a favor de la colectividad, recuperar el espacio público arbitrariamente utilizado por gremiales y comerciantes informales, disponer medidas para ordenar el transporte público y además disponer medidas que signifiquen respetar los derechos ciudadanos.

Lluvias torrenciales de los últimos días han mostrado las deficiencias del sistema de alcantarillado pluvial y sanitario, y al mismo tiempo se ha observado que la indisciplina ciudadana es co-responsable de "taponear" buzones y ocasionar el rebalse de aguas servidas. En resumen un problema de doble efecto que merece atención de los técnicos municipales debidamente respaldados por normativas de efectivo ordenamiento urbano. El problema no es cuestión de lamentaciones, los males hay que combatirlos con planes efectivos, que sólo pueden ser resultado de un buen programa de ordenamiento urbano.