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Domingo 11 de julio de 2010

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Revista Dominical

Diez años de la única Escuela de Charango de esta ciudad

11 jul 2010

Fuente: LA PATRIA

Su directora, inicial instrumentista, devino en agradable cantante, compositora y concertista • Por: Elías Delgado Morales

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En Bolivia, no es común que los artistas musicales diversifiquen su actividad a ámbitos de la enseñanza, con el plausible objetivo de formar otros contingentes de nóveles ejecutantes, y en su caso, futuros compositores, o sea, productores de cultura.

Este es el caso típico de la orureñísima Rosario Peredo López, que desde hace 10 años --y sin ninguna ayuda oficial-- sostiene en su domicilio de la Av. 6 de Octubre y 1ro de Noviembre una Escuela de Charango, que cuenta con los documentos legales pertinentes. Diariamente allí se advierte febril actividad de niños y jóvenes de ambos sexos, aficionados al popular instrumento boliviano.

“Charo Peredo”--como se la conoce en los ámbitos del arte-- atesora una ya dilatada trayectoria que se remonta a fines de los 80 como instrumentista en grupos musicales de renovado suceso. Al principio sólo dominaba la guitarra, zampoña, quena y el festivo charanguito.

El paso del tiempo y el impulso de sus formadores y colegas artistas, hicieron que “Charo” deviniera en una excepcional cantante, que con todo merecimiento y propiedad llegó al disco y el video, sellando en algunos casos sus propias composiciones, generalmente inspiradas en el amor --cuándo no-- y su tierra natal Oruro.

Dentro de su larga andadura musical, fue proclamada Ñusta Boliviana en el Festival Nacional de la Canción en Oruro, Festival Lauro de Cochabamba y el Festival Nacional del Charango en Aiquile.

Inquieta y entregada al arte como es, organizó conjuntos y grupos juveniles femeninos, como Antawara, Claridad Andina, Punto Latino, Voces Morenas. Con el afamado Grupo Bolivia viajó a los Estados Unidos de América y también cantó en la Orquesta local Splendid.

Cosecho por méritos propios numerosos premios y distinciones, amén de haber concurrido a congresos de charango en Cochabamba, Potosí, Sucre, El Alto y La Paz, alcanzando junto a otros maestros el Grado de Concertista en 2001.

Recientemente dictó clases de charango y ofreció conciertos en México y Perú, concentrando la atención y simpatía de numerosos cultores del popular instrumento que goza de gran aceptación.

Últimamente y recogiendo la ansiedad de muchas madres de familia organizó el primer grupo de niñas denominado “Las Waritas”, que significa “Estrellitas”. Ella nos dice que también está en camino un segundo grupo infantil femenino que se denominará Cielo Azul.

Acerca del medio centenar de alumnos que se albergan en la escuela de su dirección, la connotada artista nacional afirma: “Estoy muy contenta y realizada, porque veo a mis alumnos adecuadamente formados, con discos grabados inclusive y una convicción personal que me hace pensar que están definitivamente incorporados al arte nacional”.

También explica que en su taller, a pesar de ser autodidacta, creó “su propia metodología de enseñanza, usando tanto el cifrado, como la tablatura en la escritura musical del charango, que desde luego es muy compleja, porque demanda el dominio de una técnica muy particular”.

Acerca de la significación del instrumento propiamente dicho opina: “Sobre todo en el exterior, goza de un predicamento impresionante, ahí están los ejemplos que han registrado otros maestros en países de Europa y el Asia, por la nobleza de su origen y la naturaleza de su textura musical, perfeccionando la formación de los oidistas y aficionados primarios o iniciales”.

Rosario Peredo a tiempo de que exhibía testimonios de su trayectoria, tiene expresiones de elogio para los padres que inducen a sus hijos al uso de este pequeño y cantarino instrumento, en lugar de que se orienten a prácticas nocivas y perniciosas, apuntando que el venidero 16 de julio, personalmente como instrumentista y cantante ofrecerá un Recital en el Paraninfo de la Universidad Técnica, con un repertorio de páginas tradicionales y también de renovado corte con sus recientes composiciones, varias de ellas dedicadas al fastuoso Carnaval Orureño.

Sería interesante que las nuevas autoridades culturales de las dependencias oficiales le pongan el hombro al funcionamiento de la Escuela del Charango “Wara”, para ampliar las proyecciones formativas de nuestra juventud y la niñez, porque ante todo hay que poseer sensibilidad y didáctica para trabajar con aquellos.

Oruro es un semillero de ejecutantes de charango que figuran en los carteles de escenarios nacionales e internacionales. Por ello se impone que “Wara” reciba el espaldarazo de las autoridades, porque se trata de estimular y formar a la juventud y la niñez.

Fuente: LA PATRIA
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