Hay desafíos muy fuertes en el desarrollo de cualquier actividad personal, particularmente si alguien decide encarar con su trabajo cambios que sean el motivo de responderse conciencialmente a una serie de retos dirigidos a servir desinteresadamente a la colectividad. Puede tratarse de una decisión honesta y sincera o puede ser producto de una idea política, que sea también un buen pretexto para solucionar problemas que afectan a la vecindad.
En todo caso cuando hay esos instintos de hacer servicios al entorno ciudadano, se requieren instrumentos que permitan irradiar ideas, y buscar condiciones apropiadas para difundirlas o mejor aún para ponerlas en práctica, se trata de una coyuntura entre medios y "medios". Por lo menos esa es la apreciación de algunas personas vinculadas al Concejo Municipal y responsables de los cambios que allí se están produciendo en el último tiempo, aunque sin tomar seriamente la responsabilidad asumida para servir al pueblo.
Una cosa es servir al pueblo y otra servirse del pueblo, en ambas circunstancias completa el esquema la privilegiada condición de permitir a ciertos ciudadanos, hombres y mujeres, alinearse en esa línea de trabajo temporal para dedicar esfuerzo, capacidad, voluntad y entereza al servicio de los demás, preferiblemente sin distinciones, tampoco discriminaciones, una muy difícil posición que sólo puede ser atributo en ciudadanos de verdaderos principios de solidaridad, con rasgos de humanitarismo y una enorme dosis de esfuerzo, voluntad y especialmente honradez, sólo así se puede hacer eficiente gestión social.
A qué vienen estas reflexiones, sencillamente son una respuesta a los criterios de la población reflejados en las reacciones que han surgido ante la nueva elección de la autoridad del Ejecutivo Municipal. Serán tres las autoridades de paso en ese importante cargo y por lo mismo, sin que se observe ningún adelanto sustancial en el desarrollo citadino, tampoco en la solución de los problemas cotidianos, menos en el necesario reordenamiento del servicio de transporte público, la eliminación del gigante comercio callejero que ocupa aceras y calzadas, despojando a los vecinos de su derecho a transitar por los espacios públicos que les pertenecen.
Hay mucho por hacer desde pasadas gestiones, lo grave es que se ha perdido un tiempo precioso e irrecuperable, no debe suceder lo mismo con los recursos económicos del municipio, que siendo dineros de la comunidad deben ser utilizados de la mejor manera posible, para que los beneficios sean tangibles, se los sienta y utilicen para mejorar en cada barrio las condiciones de vida diaria.
La Alcaldía no puede ni debe seguir siendo una agencia de empleos partidarios, para que cada autoridad en su tiempo, cambie a los funcionarios en sus cargos o los despida si no responden a la línea del "mandamás", la Municipalidad debe ser institucionalizada y eso significa convertirse en una entidad de servicios generales, con funcionarios idóneos, responsables, con experiencia y profesionales, no adeptos partidarios y menos ocasionales "succionadores" del tesoro municipal.
Ya es tiempo de que se pongan las cosas en orden, que se aclaren los problemas de corrupción, que se hagan urgentes auditorías a proyectos suntuarios, que se evite el despilfarro y se asuma responsablemente tareas de legislación en el Concejo y de ejecución en la Alcaldía. Hay que pasar de la crítica a la acción, es el reto para quienes deben dejar de hablar y trabajar.
Fuente: LA PATRIA
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