La Sabiduría y el Amor son las dos columnas torales de toda verdadera civilización. En un platillo de la balanza de la justicia debemos colocar a la Sabiduría y en el otro al Amor. La Sabiduría y el Amor deben equilibrarse mutuamente, complementarse armoniosamente, fusionarse gloriosamente. La Sabiduría sin Amor es un elemento destructivo. El Amor sin Sabiduría puede conducirnos al error. Amor verdadero es Ley, pero debe ser Amor Consciente, Amor con Sabiduría.
Es necesario estudiar mucho y adquirir conocimientos, pero es también urgente desarrollar en nosotros el Ser Espiritual. El conocimiento sin el Ser Espiritual bien desarrollado en forma armoniosa y completa en nuestro interior, da como resultado eso que llamamos “Bribonísmo”. Por el contrario, el Ser bien desarrollado dentro de nosotros pero sin conocimientos intelectuales de ninguna especie, da origen al “Santo Estúpido”, que si posee el poder del Ser Espiritual muy desarrollado, pero como no tiene conocimientos intelectuales, no puede hacer nada porque no sabe cómo hacer. El conocimiento intelectual sin el Ser Espiritual produce confusión intelectual, perversidad, orgullo, engreimiento, vanidad, etc.
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos científicos desprovistos de todo elemento espiritual, en nombre de la ciencia y de la humanidad, cometieron crímenes espantosos con el propósito de realizar experimentos científicos. Necesitamos crear una poderosa cultura intelectual pero equilibrada perfectamente con la verdadera espiritualidad consciente. Necesitamos desarrollar una ética imparcial y una psicología interior propia, si de verdad queremos disolver el egoísmo para gestar legítimamente en nosotros el Ser Espiritual. Es lamentable que por falta de Amor las gentes utilicen el intelecto en forma destructiva.
Los alumnos y alumnas necesitan estudiar ciencias, historia, matemáticas, etc. Se necesitan adquirir los conocimientos vocacionales, con el propósito de ser útiles al prójimo. Estudiar es indispensable, acumular conocimientos básicos es necesario, pero esto no debe ser realizado en función del temor. Muchas personas acumulan conocimientos por miedo; tienen miedo a la vida, a la muerte, al hambre, a la miseria, al que dirán, etc. y por ese motivo estudian. Se debe estudiar por Amor a nuestros semejantes con el anhelo de servirles mejor, pero jamás se debe estudiar por temor.
En la vida práctica está comprobado que todos aquellos estudiantes que estudian influenciados por algún tipo de miedo, tarde o temprano se convierten en “bribones”. Necesitamos sincerarnos con nosotros mismos para auto-observarnos y descubrir en nuestro interior todos los procesos del miedo. No debemos olvidar, jamás en la vida, que el miedo tiene muchas fases, a veces se confunde con el valor. Los soldados en el campo de batalla parecen muy valientes, pero en realidad se mueven y pelean debido a un espantoso miedo. El suicida también parece a simple vista muy valeroso, pero en realidad es un cobarde que le tiene miedo a la vida.
Todo bribón en la vida aparenta ser muy valiente, pero en el fondo es un cobarde. Los bribones suelen utilizar la profesión y el poder en forma destructiva cuando tienen miedo. El mundo está plagado de este tipo de gentes.
No descalificamos la importancia de la experiencia de la vida práctica, ni el cultivo del intelecto pero condenamos categóricamente la falta de Amor. El conocimiento y la experiencia de la vida resultan destructivos cuando falta el Amor. El Ego suele atrapar las experiencias y los conocimientos intelectuales cuando existe ausencia de Amor. Desintegrando el Ego, el Yo, el mí mismo, las experiencias y el intelecto quedan en manos del Ser Íntimo y todo abuso se hace entonces imposible. Todo estudiante debe orientarse por el camino vocacional y estudiar muy a fondo las teorías que se relacionan con su vocación. El estudio y el intelecto, no perjudican a nadie, si es que no se abusa de ellos. Necesitamos estudiar pero no abusar de la mente. Abusa de la mente quien estudia las teorías de distintas vocaciones, con el objeto de dañar a otros con el intelecto; quien ejerce violencia sobre la mente ajena. Es necesario estudiar las materias profesionales y a la par las materias espirituales para tener una mente perfectamente equilibrada. Es urgente llegar a la síntesis intelectual y a la síntesis espiritual, si es que de verdad queremos una mente equilibrada entre el Ser y el Saber.
Necesitamos preparar maestros de escuelas y universidades que estén capacitados para encaminar a sus estudiantes por el sendero de la Sabiduría y el Amor en perfecto equilibrio. Verdaderos sabios y místicos espiritualizados que puedan ser los verdaderos guías de la humanidad.
Es necesario que los estudiantes adquieran el Ser Espiritual, desarrollen en sí mismos el Ser verdadero, para que salgan de la escuela, de las universidades, convertidos en individuos responsables, llenos de Amor, y no en sagaces bribones del intelecto. De nada sirve la Sabiduría sin Amor. El intelecto sin amor sólo produce bribones.
La Sabiduría en sí misma es sustancia atómica, capital atómico, que sólo debe ser administrado por individuos llenos de verdadero Amor consciente.
Cultivemos el Amor verdadero que es Sabiduría en acción. Gestemos el desarrollo de las virtudes universales que son Amor-Sabiduría que crean equilibrio, felicidad, paz y armonía. (Extractado de: “Educación Fundamental por Samael Aun Weor”).
Fuente: LA PATRIA
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