El encanto de la mujer boliviana es Surimana

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La mujer boliviana en todas sus facetas tiene un encanto muy especial, que la hace diferente de las mujeres del continente.

Su gracia, su alegría, su forma de ser, la hacen sencillamente cautivadora. Y si hablamos de ese encanto, las integrantes de Surimana también se llevan la flor, lindas, simpáticas, pero sobre todo con un talento innato que el Divino Creador les dio, para que a través de la unión de sus voces y la mezcla de los instrumentos, hagan de Surimana, un grupo único en su género, interpretando la mejor música del Planeta, como es la música nacional.

El coqueteo que muestran en el escenario, hace que el público se enamore de ellas, principalmente el varonil. Los movimientos de sus caderas invitan al enamoramiento, complementado con la letra de sus canciones que son historias de amor perfectamente hilvanadas con experiencias de la cotidianeidad.

SURIMANA

Surimana nació en la ciudad de Cochabamba, el 8 de diciembre de 1994, con el afán de encontrar nuevos valores que se conviertan en el aporte de la cultura boliviana, cuya base es el folklore, sobresaliendo desde un principio la calidad interpretativa, no sólo en la entonación de sus voces, sino también en la ejecución de instrumentos de cuerda, viento y percusión.

En 1991 el “Trío Hermanas Quiroga” fue la base para cimentar el grupo Surimana, formado por cinco alegres y bellas jóvenes, amantes de la música boliviana.

El significado de la palabra “Surimana” proviene del idioma aymara, de la cultura Kallawaya, que significa “Rocío de la mañana”, dicho denominativo fue en homenaje al destacado artista boliviano y ex integrante de los Kjarkas, Ulises Hermosa, quien compuso un tema titulado “Surimana”, extractado del “Relato de una leyenda”.

Su más reciente producción discográfica se denomina “Que no muera el amor”, fue grabada en los Estudios Terranova de la ciudad de Cochabamba.

Si bien todas las canciones que están en el álbum son “pegajosas”, hay varias que se destacan como: “Ven conmigo”, “Jampullayña Tatay” y “Libre”.

Las composiciones salieron de la inspiración del corazón de Ros Mery Arias; a la producción se sumó el intérprete orureño Yuri Ortuño León, quien le compuso a ese sentimiento tan profundo como es el amor, por eso le dio el título de “Que no muera el amor”.

El artista, Jaime Junaro también dio su granito de arena al disco de las simpáticas Surimanasn con “Quiero ser Libre”, y Victor Heredia le dio el sello de “Ojos de cielo”.

Las integrantes de Surimana están bajo el mando de Ros Mery Arias Quiroga que hace la primera voz, a la vez responsable del charango y que a través de su experiencia y sabiduría es la guía del grupo.

Gardenia Rissel Moruno Terán está encargada de la segunda voz y bajo electrónico y en el escenario se encarga de los movimientos sensuales que enloquecen al público.

Lezly Karem Velásquez Ríos, una de las más bellas del grupo, tiene el don de la primera voz, al mismo tiempo se encarga de darle ritmo a las canciones, con la percusión. Roxana Arias Quiroga es la cuarta voz y da los arreglos con la primera guitarra, mientras que, Patricia Vargas Flores es la ejecutante de los instrumentos de viento.

Para el grupo femenino Surimana la presentación que hicieron en la Alta Tierra de los Urus, se constituyó en una nueva etapa ya que iniciaron la promoción y difusión de su nuevo material discográfico, cuyas canciones ya se escuchan en los medios de comunicación, principalmente radiales.

Los video clips también están listos para que el público pueda admirar el talento y la belleza del grupo cochabambino, que es apoyado a través de la gira que realizan a nivel nacional, con presentaciones en vivo, como lo ocurrido anoche en el Paraninfo de la Universidad Técnica de Oruro.

De esa manera, “Surimana” será siempre ese “Rocío de la mañana” que alimenta con su esencia las flores y la belleza que tiene la vida.

Fuente: LA PATRIA