Disminuye caudal en los lagos

Otra vez se torna delicada la situación de muchas familias de pescadores en los lagos Poopó y Uru Uru, cuyo caudal de agua ha disminuido de manera alarmante y por lo mismo preocupante, al punto que este fenómeno es la causa de centenar de peces que propiamente quedaron fuera de los límites del "espejo acuático".

La disminución del elemento líquido se presenta en los dos lagos y la situación de crisis amenaza a los pobladores de las comunidades asentadas en inmediaciones de las dos concentraciones de agua que, en un periodo recientemente pasado, lograron recuperarse, permitiendo incluso que autoridades del Servicio Departamental de Agricultura y Ganadería (Sedag) siembren miles de alevinos para dar esperanza de actividad a los pescadores de la región.

Por la proximidad y frente a esas y otras limitaciones el lago Uru Uru también ha disminuido la superficie y profundidad de sus aguas, eliminando la opción de mantener una segunda fuente de actividad pesquera en el occidente del país. El hecho implica desocupación de muchas familias, posible abandono de las comunidades, nueva migración de comunarios hacia la ciudad de Oruro y otras del país, pero también de Chile o Perú.

La situación observada técnicamente en ambos casos, contempla algunos factores naturales como el aumento de la temperatura y la rápida evaporación del agua, falta de lluvias, pero además la falta de controles que aseguren el fluido de agua del río Desaguadero en la cantidad necesaria y diaria para sostener el caudal de los lagos orureños.

Pese a recomendaciones expresas de la Gobernación para que personal técnico del Sedag efectúe un control permanente en las fuentes de provisión de agua, como sucede con la proveniente del Desaguadero, tal parece que la actitud de trabajadores mineros de la zona ha generado un desvío de las aguas hacia propiedades mineras, causando una lógica disminución del caudal lacustre con los graves riesgos que implica una vez más la posible desaparición de dos lagos, muy importantes en la árida región altiplánica.

Se entiende que hay dificultades técnicas para garantizar un flujo permanente de aguas del Desaguadero hacia los lagos, pero también se reconoce que la situación climática de este tiempo en el altiplano, con alta temperatura, constituye un fenómeno natural que no puede combatirse, salvo la presencia de lluvias que recarguen los espejos lacustres.

Sin embargo y por tratarse de una situación de emergencia, desde la Gobernación y el Sedag se implementarán algunas condiciones propicias para "recargar" de manera artificial los dos importantes lagos, posiblemente se logre también una adecuada asistencia técnica desde el ministerio del ramo, sin descuidar un apoyo financiero extraordinario para mejorar los sistemas de provisión artificial de agua, única manera de conjurar la situación de actual emergencia para centenares de pescadores y la colectividad regional.

Fuente: LA PATRIA