Para los expertos en materia económica, la situación del paÃs se torna crÃtica cuando se produce una reducción de ingresos, especialmente los provenientes por la exportación de gas y minerales, que han disminuido y paralelamente aumenta la deuda externa, que es considerada la más alta desde la década de los 70.
Según los entendidos en el movimiento presupuestario fiscal, hay un excesivo gasto oficial, pero también menores ingresos al Tesoro Nacional por la cuenta de exportaciones de gas, que confrontarán variables en las ventas, tanto al Brasil como lo que ocurrirá con Argentina, situaciones inciertas y con muchas dudas para el inmediato futuro nacional.
De manera general se admite que el tiempo de la bonanza pasó y la caÃda en materia presupuestaria es persistente, más aún cuando los ingresos por la venta de nuestros recursos naturales, especialmente el gas se ven también disminuidos y con muchas dudas sobre su inmediato fortalecimiento, aunque el ministro del ramo, asegure que "habrá nuevas e importantes reservas de gas".
En el ente emisor, el Banco Central se menciona que "la deuda pública aún está en un margen sostenible, pero si continua en el ritmo actual de nuevo endeudamiento se corre el riesgo de insostenibilidad", según advirtió uno de los expertos de la Fundación Jubileo. Se recuerda también que la deuda externa en el año 2007 fue de 2.200 millones de dólares y que diez años luego, 2017-2018, llegó a más de 9.400 millones de dólares. Ese cambio es el que genera el actual desequilibrio, con excesivo gasto oficial y menores ingresos al Tesoro.
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Un detalle retrospectivo recuerda que el Gobierno contrató desde 2007 una deuda externa por aproximadamente 5.000 millones de dólares, alcanzando a octubre pasado (2018) a 9.896 millones de dólares, un alto porcentaje de obligaciones de financiamiento con acreedores internacionales, consideradas las más elevadas de las últimas décadas.
El documento de análisis de la Fundación Jubileo atribuye la situación de alto endeudamiento al excesivo gasto del Gobierno central en contraposición con la reducción de ingresos por las exportaciones de gas. Se recuerda que en 2006 se comenzó con un superávit que se prolongó hasta 2014, propiamente 7 años cuando comenzó a marcarse un déficit fiscal que resultó el más alto del último tiempo con un registro de menos 7,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) hasta el año pasado y que se proyectaba como de menos 8,7 en la actual gestión.
Para analistas de la Fundación Jubileo en su documento "Pasado y presente de la deuda pública entre 1970 a 2017, la proyección del Presupuesto General del Estado (PGE) para el año que ya se acaba muestra una tendencia a mayor endeudamiento, precisamente cuando pasó el periodo de bonanza económica y el paÃs ingresó a una etapa de contracción económica.
Como resultado de los análisis efectuados, es necesario que se asuman reflexiones muy serias y medidas muy concretas para frenar un avance al despeñadero fiscal y disminuyendo los gastos innecesarios del poder central, especialmente los suntuarios, en virtud a una clara disminución de ingresos para equilibrar el déficit que se prevé en 8,3 por ciento y que al acercarse al 10 % es ya de nivel preocupante.
El crecimiento de la deuda externa es un hecho que merece control especial en el sistema financiero del paÃs.
Fuente: LA PATRIA