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Viernes 07 de diciembre de 2018

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Perspectiva Minera

ENFOQUE

El "metal del diablo" sigue siendo sostén de la minería

07 dic 2018

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El estaño que fue denominado "el metal del diablo" por los mineros que trabajaban en las profundidades de los oscuros socavones de los centros que manejaban los "barones del estaño", constituía el mineral "precioso" de un largo periodo, reemplazando inclusive a la plata que se extraía del portentoso cerro Rico de Potosí y de otras minas del occidente.

El estaño atrajo el interés de los grandes propietarios de minas ubicadas en la zona occidental del país, el norte de Potosí y el sur orureño, pero también una diversificación en el mismísimo Cerro Rico, permitió extraer y aún se lo hace de miles de toneladas de estaño, que durante buen tiempo se vendía a precios impuestos por los grandes industriales, hasta que mejoró esa condición de comercialización cuando en la década de los 70 se instaló la primera fundición de estaño en Vinto - Oruro y comenzó la exportación del estaño con valor agregado y que alcanzó calidad de primera clase, que en este tiempo coloca a nuestra metalúrgica entre las más importantes a nivel internacional.

El precio del estaño fue siempre voluble, subió de valor en algunos periodos y descendió a niveles tan bajos en otro tiempo obligando al cierre de la minería estatal, generando el despido de miles de trabajadores, bajo una mentirosa opción de relocalización que no se ejecutó de modo alguno, pero despertó entre mineros que se resistían al cambio de ocupación a organizarse societariamente para seguir explotando el estaño que quedó en algunos centros, la mejor opción se produjo con el asesoramiento de algunos expertos dando forma socio empresarial a las cooperativas mineras, una posibilidad de trabajar y ganar en iguales condiciones, evitar el pago de ciertos impuestos y cargas sociales, figura que sin embargo cambió en el tiempo cuando algunos cooperativistas se convirtieron en verdaderos empresarios mineros, manteniendo la figura cooperativa, pero contratando personal asalariado y moviendo capitales de operación que alteraron la figura solidaria del cooperativismo. Al presente el sistema funciona en esas condiciones.

El "metal del diablo" sigue siendo parte determinante en la subsistencia de miles de trabajadores mineros, asalariados y cooperativistas, parte importante por otra parte en el funcionamiento de la minería estatal y sustento imprescindible de la fundición de estaño, por lo mismo la explotación del estaño es preocupación de primera línea para las autoridades de la minería estatal.

El precio del estaño, así como puso en conflicto a los administradores de nuestra economía, también les facilitó muy buenos ingresos cuando el valor de la libra fina se cotizó hasta en 15 dólares, pero al no existir proyectos técnicos de orden productivo se desaprovechó la oportunidad de crear un verdadero fondo de reserva, para enfrentar inmediatos cambios con la caída del precio, que obligó a inversiones extraordinarias y fideicomisos para compensar pérdidas, como sucede al presente en que la actividad estannífera funciona entre parámetros algo superiores a $us 8,00 la LF, llegando a poco más de 9,00, pero sin recuperar un valor ideal y de beneficio si estuviera al borde los $us 10 la LF, situación que según señalan los observadores podría darse en función a las necesidades de cierto tipo de industrias del sector capitalista.

Se espera que en base a experiencias que marcó el estaño y sus precios se adopten políticas de previsión, para cuidar un sistema productivo que quiérase o no es parte de la economía nacional en materia de minería y metalurgia.

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