Ley contra la generación de basura

Una parte de la ciudadanía está preocupada por la excesiva generación de basura, sobre todo en la urbe orureña; a otra parte parece importarle poco o nada, pues continúa ensuciando las calles, se ven envases plásticos en todos los rincones posibles, ventanas de las casas, hasta ranuras de las aceras, o en las bocatormentas, en algunos casos simplemente volando de aquí para allá con el viento.

Los ambientalistas se basan en las leyes y teniendo un gobierno pachamamista, es decir, que se supone que defiende los derechos de la Madre Tierra, elaboraron una ley específica de Gestión Integral de Residuos, la 755, a través de la cual se dan los lineamientos para gestionar la basura, en lo posible, reducir, reciclar y reutilizar, educar y capacitar a la población acerca de políticas de reducción de la contaminación y sobre la adecuada disposición de la basura.

No obstante, los medios de comunicación tienen la obligación de ceder espacios publicitarios para elaborar spots, jingles u otorgar una página en la contratapa del cuerpo principal en el caso de los medios escritos, para difundir contenido inherente a la Ley de Gestión Integral de Residuos, además deben elaborar y enviar al Ministerio de Comunicación un reporte de los avisos publicados, bajo advertencia de ser multados y sancionados en caso de incumplimiento.

El espíritu de la ley debiera perseguir la disminución de la basura o quizás su desaparición, como lo hacen en otros países, cuyas leyes consideran que el botar basura en las calles es un delito y la gente suele ir presa por contravenir la ley.

Pero en Bolivia no pasa nada, pues la ley 755 se limita a recomendar a la población que participe en "actividades de comunicación, educación y sensibilización que fomenten al desarrollo en la prevención de la generación de los residuos", pero no sanciona a aquellos que inescrupulosamente ensucian las calles de las diferentes urbes.

Fuente: LA PATRIA