Miercoles 05 de diciembre de 2018
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Organizar una cumbre de los 20 más ricos del mundo es un logro para cualquier gobierno, más aún si es latinoamericano y está en crisis económica como Argentina.
Argentina, luego del populismo de los Fernández, se lava la cara. y logra acuerdos importantes, por lo menos en el área de energía.
Si bien es cierto en junio los ministros de energía del G20 se reunieron, también en Argentina, y ratificaron al gas natural como energético principal para el desarrollo y la transición entre fósiles y renovables, la reciente reunión de cabezas de estado del G20 en Buenos Aires estuvo bajo el signo, también, de la energía.
Sin duda el presidente argentino Mauricio Macri tuvo la buena iniciativa de poner a los 20 más ricos del mundo en Buenos Aires y, en reuniones bilaterales no tan públicas, generar sinergias en futuras inversiones en gas. Y el reservorio Vaca Muerta es principal carta de presentación.
La energía nuclear también fue parte del G20, en lo que respecta a Argentina: planes para construcción de una central nuclear o adquisición, de parte de Argentina, de una planta nuclear flotante similar al barco "Akademik Lomonosov", la primera plataforma del mundo de este tipo que alberga dos reactores nucleares. Eso con Rusia que además tiene interés y va a invertir en Vaca Muerta.