Diversos organismos internacionales han señalado que un Estado tiene como un límite de endeudamiento en su economía, un porcentaje equivalente al 50% de su Producto Interno Bruto, siendo muy "riesgosa" la situación tras sobrepasar ese umbral.
Durante los gobiernos denominados "neoliberales" el país tuvo que sufrir las consecuencias de una política de derroche y despilfarro marcada por un impresionante y nunca antes visto endeudamiento externo que motivó la implementación de programas especiales para el alivio de los pagos, amén de las condonaciones y reprogramaciones.
El tan criticado sistema de endeudamiento de las dictaduras militares y de los gobiernos "neoliberales", criticado al menos desde la retórica discursiva del gobierno de Evo Morales, es copiado casi a la perfección donde las "obras" millonarias e incluso antojos megalomaníacos como museos, coliseos, palacios, etc., se pagan con recursos provenientes del endeudamiento.
Si es así, ¿Por qué la propaganda del gobierno (propaganda con un coste altísimo por cierto) anuncia una época de bonanza y maravillas para el pueblo, gracias a un inexistente "modelo económico" ?, si todo era pura y simple ¿deuda?
Hoy al práctico cierre de la gestión 2018, tenemos una deuda superior a los 9.000 millones de dólares, y esto en el capítulo de la deuda Externa pues en la Deuda Interna la cifra se incrementa en más de 5.000 millones de dólares.
Y aún hay más, las obras faraónicas del tren bioceánico, la represa del Bala y los metros, así como otras represas costarán algo más de 2.0000 millones de dólares en su conjunto.
Se nos viene acaso un endeudamiento muchísimo mayor gracias a las promesas electorales y la desmedida ansia de lucrar de quienes son afines al gobierno. En este sentido el del lucro obviamente, no podemos menos que apreciar un dato muy curioso.
Los créditos provenientes de la República Popular de China, llegan con la condición de que para las obras deben de contratarse empresas y súbditos chinos en su ejecución física. Vale decir que, en un total y absoluto desmérito a las empresas y profesionales nacionales, se le da la más absoluta y celera prioridad a los chinos, permitiéndoles incluso contravenir las normativas laborales y ambientales del país, aspecto que no posee una debida sanción legal como si una mano invisible estuviese protegiendo a los chinos.
Resumiendo, el Estado endeuda a todos los bolivianos, para que estos devuelvan los capitales a China y no reinviertan nada en Bolivia y de paso depreden nuestra fauna, arruinen la naturaleza, abusen de nuestra gente e incumplan a su gusto nuestras leyes.
¿O no tuvieron una sentencia mínima, prácticamente sin cárcel los depredadores chinos responsables de la matanza de jaguares?
¿O no tiene hasta ahora sanción los abusos de la empresa SinoHydro?
¿O no es Camce la empresa china que es beneficiaria de multimillonarios contratos?
Esto nos lleva a una odiosa pero necesaria pregunta: ¿Quién pagará los 14.000 millones de dólares de deuda externa e interna de Bolivia? Y peor aún si el gobierno insiste con sus elefantes blancos, ¿quién pagará los futuros 34.000 millones de dólares de deuda?
¿A cuánto subirá la deuda interna para pagar dobles aguinaldos a los sectores improductivos y deficitarios de las empresas estatales?
Mientras tanto el Presidente seguirá con sus partidos de fútbol y sus helicópteros.
A propósito de todo esto, quizás el procedimiento de endeudamiento masivo de los gobiernos de la dictadura militar esté siendo superado por el sistema del "proceso de cambio".
Juzgue usted la situación.
(*) Asambleísta Orureño
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.