Esta columna se inicia con una interrogación: ¿cuál es la causa de observar la preocupación latente por la seguridad en las viviendas de las grandes ciudades, cuyos habitantes se atrincheran tras puertas cerradas con doble llave, con cámaras de televisión y con servicios privados de PolicÃa que les protege contra la creciente inseguridad en las calles?, la respuesta ostenta un matiz económico debido a que los grupos de ciudadanos que disfrutan de mejor condición económica están en situación favorable de protegerse contra la inseguridad y levantar barreras que producen discriminaciones de hecho y, que hacen más difÃciles, los esfuerzos dedicados a la integración social y al fomento de una noción más justa de los derechos del ciudadano.
Parece que la expresión "junglas de asfalto" se transforma en una figura retórica, por el contrario, la fuerza y la violencia serán necesarias para sobrevivir y, peor, surgirá la tendencia de organizarse en grupos antagónicos con la preocupación ilusoria por asegurar nuestra seguridad. No es absurdo el temor que nuestras poblaciones urbanas que crecen sin contención, promuevan la erección de verdaderos fortines protegidos electrónicamente para ofrecer a sus ocupantes todas las ventajas de un consumo de lujo, sin aventurarse por senderos peligrosos.
Con toda esta parafernalia de oferta de instrumentos de seguridad y ante la evidencia de la existencia de una seguridad que no suscita credibilidad en los ciudadanos, es obligación constitucional del Estado encomendar con determinación y los medios esta vital función a la PolicÃa, para que con la máxima diligencia, capacidad y responsabilidad, la cumpla.
Se está depauperando la libertad de acción y movilidad que son caracterÃsticas inalienables de las sociedades democráticas, consecuentemente amenazadas, debiendo preservarse las adquisiciones más valiosas de nuestra civilización como es la vida privada en paz que podrÃa disolverse y desaparecer, pues con la evidencia de la negligencia de no generar máxima seguridad por los estamentos designados por la constitución se está agraviando a la sociedad.
(*) Abogado, posgrados en Interculturalidad y Educación Superior, Arbitraje y Conciliación, Alta Gerencia para abogados, Derecho Aeronautico, FilosofÃa y Ciencia PolÃtica (maest), doctor honoris causa con tesis aprobada.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.