Maldad

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La palabra maldad viene del latín malitas. Sus componentes léxicos son: malus (malo) más el sufijo dad (cualidad). La idea de mal o maldad se asocia a los accidentes naturales o comportamientos humanos que se consideran perjudiciales, destructivos o inmorales y son fuente de sufrimiento moral o físico. Para la ética es una condición negativa atribuida al ser humano que indica la ausencia de principios morales, bondad, caridad o afecto natural por el entorno y los entes que figuran en él. La Teología se ocupa del estudio del mal mediante su rama denominada Ponerología.

Psicólogos daneses y alemanes describen la maldad humana en nueve rasgos llamados Factor oscuro de la personalidad o Factor D, ya que esta cualidad maximiza el interés individual conscientemente sin tener en cuenta el daño que se puede ejercer sobre los demás. Estos rasgos son:

Egoísmo. Preocupación excesiva por el beneficio propio a expensas de los demás y de la comunidad.

Desconexión moral: Un estilo de procesamiento cognitivo que permite comportarse de manera amoral sin sentir remordimiento alguno.

Narcisismo: Auto admiración excesiva, acompañada de un sentimiento de superioridad y de una necesidad extrema de atraer constantemente la atención de los demás.

Derecho psicológico. Creencia persistente en que uno es mejor que los demás y por tanto merecedor de trato preferente.

Psicopatía: Falta de empatía y autocontrol, a lo que se agrega comportamiento impulsivo.

Sadismo: Deseo de infligir daño o violencia mental o física a otros por placer.

Interés propio: Deseo de promover y destacar el propio estatus social.

Rencor: Destructividad y disposición a causar violencia o daño a otros, incluso a costa de infligirse daño a sí mismo.

De: Wikipedia