La suerte del 21 F

Se trata de un hecho significativo para la democracia del país y por lo mismo, miles de bolivianos están pendientes del fallo que dispondrá el Tribunal Supremo Electoral en los próximos días, en virtud a la decisión democrática del soberano que el 21 de febrero de 2016 (21F) participó de un referéndum en el que la respuesta "NO" obtuvo un 51,3 % frente al 48.7% que votó por "SI", con un total escrutado del 99.7 % de votos, que constituye una mayoría que decidió pedir a los candidatos oficialistas cumplir la Constitución y abstenerse de otra re-elección.

Hay varios aspectos que complican la imagen y solvencia del órgano electoral, uno reciente con características de escándalo todavía está en proceso de ajuste y se relaciona con el manejo deficiente de los datos personales de los bolivianos y bolivianas en el padrón electoral. Ese problema motivó un pedido de "suspensión del proceso electoral hasta que se cumpla una rigurosa auditoría.

Lo que de verdad preocupa es la posición asumida por una vocal del TSE, cuando señaló que "los resultados del 21F se van a determinar en sala plena", un hecho que alteraría seriamente el proceso democrático vigente, pues lo que tendrá que prevalecer es el cumplimiento de la Constitución Política del Estado (CPE), sin alternativas de ninguna especie, en criterio de observadores constitucionalistas, cuando exponen que "nadie está por encima de la CPE", por lo tanto no hay vuelta que dar en este asunto.

Por las posiciones que asumen las autoridades de Gobierno y algunos dirigentes de "movimientos sociales" es posible llevar adelante el proceso de re-relección del binomio oficial, lo que significa incuestionablemente vulnerar la Ley de Leyes y alterar la democracia reinante, algo que además pondría en duda el respeto a los resultados de una consulta electoral, que como el referéndum convocó el propio gobierno.

Es cuestión de días para que avance otro paso el calendario electoral, precisamente en un periodo en que hay más dudas que aciertos en el manejo de los instrumentos legales para garantizar elecciones libres y democráticas. Un padrón electoral inseguro, unas elecciones primarias sin justificación electiva, un gasto de muchos millones sin razón valedera, y por varios motivos, una atomización de la oposición que si se mantiene sin "arreglos" urgentes, fragmentará el voto ciudadano y tras los resultados, no faltará quien grite a los cuatro vientos, como en un barco que zozobra�"sálvese quien pueda".

El tiempo avanza inexorable, se cumplen plazos y no se dan condiciones propicias para el desarrollo de un proceso electoral, con unas primarias inútiles y sin saber ciertamente cuál será el panorama inmediato de respetar la voluntad del soberano, de ahí que en estos días, la suerte del 21F, está en manos del TSE, como la vigencia "legal" de ésta institución está igualmente en duda.

Al pueblo lo que es del pueblo, porque el pueblo lo pidió, cantar revolucionario en democracia y libertad.

Fuente: LA PATRIA