Los periodistas no tenemos que doblegarnos ante nadie cuando hay que recapacitar para trabajar junto al pueblo para defender y proteger el carnaval por estar en peligro el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Frente a la creencia de que unos cuantos, al tener "el sartén por el mango", son los únicos de llevar adelante el acontecimiento folklórico, donde la improvisación y el desorden son el pan del día, es preciso encarar acciones precisas con el convencimiento de consolidar una buena conservación y realización de este Patrimonio.
Se debe exigir el cumplimiento de la Ley 602 y en ningún caso aceptar que la Alcaldía, la Asociación de Conjuntos Folklóricos y el Comité de Etnografía y Folklore actúen por separado, porque ello significa contradecir determinaciones que avalan la protección, preservación, promoción y fortalecimiento del Carnaval de Oruro.
Se tiene que respetar el contexto religioso que tiene esta demostración cuyos danzarines demuestran su fe y adoración a la Virgen Morena del Socavón, razón fundamental para que su desarrollo sea lo mejor posible.
Por favor, todos los orureños que llevamos en nuestras venas la sangre uru, debemos tener un claro sentido de responsabilidad al saber que está en nuestras manos el mantener la vigencia del Carnaval como única demostración máxima del acontecer vernacular nacional.
En ese entendido, no esta demás, tomar en cuenta algunos planteamientos en sentido de que otras demostraciones no sigan distorsionando la esencia misma del Carnaval.
Habrá que considerar con carácter imperioso, por ejemplo, que la entrada del VISO sea realizada como una farándula de total festejo estudiantil por el 21 de septiembre.
Asimismo, las autoridades de la Universidad Técnica, deberán instruir a las instancias que corresponden, el promover la investigación de otras danzas que sean expuestas en la entrada universitaria, no usar las que se viven en el carnaval de Oruro.
De aplicarse esas dos conceptualizaciones, la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, dejará de ser constantemente agredida ni se faltará al respeto a nuestra Madre la Virgen del Socavón.
Es posible que las afirmaciones dichas líneas arriba, no sean del agrado de los que se aferran en el derecho de ser los que conducen el antruejo vernacular, o de aquellos que, con otras manifestaciones paralelas, obtienen réditos personales aceptables, importándoles, poco o nada, el tremendo daño que están causando, producto de la improvisación y distorsión, al carnaval sin que haya persona o autoridad que los ponga en su lugar.
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