Miercoles 28 de noviembre de 2018
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El Gobierno está en aprietos: debe conjugar la campaña del candidato vetado con la llegada de las peores noticias sobre el gas natural.
La opción más fácil sería que el candidato vetado acatase el veto del referéndum, pero por el momento insiste en seguir en carrera.
Entonces, ¿qué hacer?
La primera reacción del Gobierno ha sido confiar en el ministro de Hidrocarburos para que se haga cargo del difícil tema.
Y él ha decidido poner en práctica sus hasta ahora desconocidas dotes histriónicas. Comenzó por frenar las amenazas que había estado lanzando contra Argentina por las demoras en los pagos, amenazas que incluían anuncios de sanciones y multas.
Ahora, el chaqueño ha cambiado tanto el tono de sus mensajes que ha pasado a llamar "hermana república" a Argentina, recordando que el gas boliviano siguió fluyendo desde Bolivia incluso cuando la deuda impaga era por tres meses.
Quizá le ayudó a encontrar ese tono el recordar que cuando la señora Cristina Fernández de Kirchner dejaba la presidencia de Argentina, la deuda por el gas boliviano era por seis meses, pero nadie había dicho una palabra desde Bolivia. Es que hay deudores y deudores.