Tomar un taxi: entre la necesidad y el temor de ser victimado

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Rodrigo Quisbert, un joven universitario, abordó un taxi la madrugada del martes 13 de noviembre para dirigirse a su hogar; nunca llegó. Su cuerpo fue hallado días después en un lote baldío. Fue asesinado por un sujeto que trabajaba en complicidad con un radiotaxista, los que además tendrían en su haber otros delitos más, incluido otro asesinato y posiblemente un feminicidio.

Este caso consternó a la población orureña, pero además reabrió el debate sobre cuán seguro es tomar un taxi o radiotaxi, especialmente en horas de la noche o para dirigirse a un barrio alejado del centro urbano. Parece alarmista cuestionar a los "trabajadores del volante" solo por unos cuantos casos, pero lo cierto es que existen antecedentes que ponen en entredicho la sensación de seguridad al momento de emplear este servicio.

Pero también la resistencia de algunos sectores de transportistas de regirse a las normas, hace que sea difícil el control de este servicio, pues consideran que ser taxista "libre y ocasional" es parte de su "derecho a trabajar", pero sin cumplir obligaciones.

En el presente reporte especial, el lector podrá advertir que existen una serie de normas específicas para trabajar como taxista, como tener la Tarjeta de Identificación del Conductor (TIC), colocar una serie de elementos al vehículo que se usa, etc.; asimismo, para las empresas de radiotaxis, que entre otras cosas deben contar con la autorización de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Padrón Municipal, etc.

TARJETA

Sin embargo, uno de los principales requisitos que aplica tanto, a taxistas como radiotaxistas, que fue implementado mediante ley el año 2014 aunque sin mucho efecto y reactivado el 2017, es la Tarjeta de Identificación del Conductor, conocida como TIC.

Este elemento que debe ser obtenido por el interesado en las oficinas de la Dirección Departamental de Tránsito, tiene como fin dar seguridad a los ciudadanos que tomen un taxi o radiotaxi, pues el documento que debe ser colocado en un lugar visible al interior del motorizado, contiene todos los datos del chofer, su fotografía e incluso un código QR para verificar que la información sea real.

De esta manera, el usuario puede saber quién es el conductor del vehículo e incluso tomar una fotografía de la tarjeta para enviársela a sus amigos o familiares como una forma de prevenir un hecho delictivo.

Pero no solo es para dar seguridad a los usuarios, sino también a los mismos transportistas, pues de esa manera transparentan su trabajo y dejan de lado susceptibilidades que hoy en día reinan entre la población, ya que hay que destacar que, para obtener la TIC, Tránsito solicita certificado de antecedentes policiales, descartando que alguien que haya cometido delitos esté tras el volante.

De momento en Oruro se han entregado alrededor de 1.424 tarjetas a conductores de taxis y radiotaxis, lo que representaría aproximadamente un 60 % del parque automotor dedicado a brindar este servicio de transporte público.

Actualmente, Tránsito ha redoblado esfuerzos en el control de la TIC, para conseguir que la mayor parte de los taxistas tengan este documento, aunque por el momento los operativos no tienen carácter sancionatorio.

Fuente: LA PATRIA