La depresión

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Cuando nos referimos a la depresión, tenemos ideas sesgadas o superficiales respecto a este trastorno, muchas veces en el diario vivir escuchamos que se utiliza este término "depresión" para advertir determinadas actitudes, pensamientos o conductas que no necesariamente cumplirán con los criterios para el diagnóstico de este trastorno. Más aún convivimos con personas que lo padecen y caemos en el error de minimizarlo, pues como sociedad no estamos preparados aún, primero para reconocer este trastorno y segundo para intervenir de una manera adecuada (diagnóstico, tratamiento, internación), pues la salud mental no es una prioridad en políticas públicas y se la toma a la ligera, no considerando que en la mayoría de los casos interfiere y deteriora de manera significativa nuestra familia, trabajo, estudios, relaciones sociales, económicas, etc.

La depresión es un trastorno que tiene como rasgo común la presencia de un ánimo triste, vacío o irritable, pérdida de interés o placer en diferentes actividades, acompañado de cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente a la capacidad funcional del individuo.

Entre los síntomas más frecuentes del trastorno de depresión tenemos las siguientes:

�? Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día en casi todos los días, sentimientos de tristeza, vacío, ganas de llorar y sin esperanza.

�? Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día en casi todos los días.

�? Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso o disminución o aumento del apetito casi todos los días.

�? Agitación o retraso psicomotor casi todos los días.

�? Fatiga o pérdida de energía casi todos los días, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren esfuerzo.

�? Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada, casi todos los días.

�? Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los días.

�? Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

Los síntomas descritos, causan malestar significativo o deterioro en el área social, laboral, familiar y otras áreas importantes del funcionamiento de la persona que los padece. Por lo mismo es necesario que identifiquemos estos síntomas, y luego acudir a un profesional en salud mental (psicología o psiquiatría), que pueda diagnosticar conforme a criterios específicos y métodos de especialidad, para intervenir de manera adecuada y multidisciplinaria este trastorno de depresión que constantemente va en crecimiento en la población.