Terrorismo

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El sol ayer estaba a punto de asomar con sus rayos en la ciudad de Oruro, cuando de una volqueta Nissan Cóndor y otros vehículos, descendieron aproximadamente 150 personas a sembrar el terror en la urbanización Pampa Alamasi, situada en la zona Sur de la urbe.

Los vándalos estaban armados con palos, piedras y dinamitas, pero no solo eran cachorros, sino que la masa explosiva fue envuelta con esquirlas, pedazos de vidrio, presumiblemente con la intención de segar la vida de los vecinos de ese lugar, que por suerte no ocurrió.

Sin embargo, la violencia y la anarquía de estos sujetos predominaron, según los afectados fueron contratados por los cabecillas, que, desde enero de este año, sembraron el terror en su zona, con el único afán de despojarlos de los terrenos que ocupan.

EXPLOSIONES

No contentos con ello, continuaron haciendo daño, atenidos a su espíritu iracundo y presencia criminal. Con palos se entraron a algunas casas, sacando a sus habitantes a golpes, castigo que fue dado en presencia de sus pequeños hijos que no comprendían la brutalidad con la que actuaban los insurgentes.

A uno de ellos, en presencia de su pequeño, lo sacaron a palazos y luego lo ataron a un poste, como si la barbarie hubiese retornado al siglo actual. También golpearon a las mujeres que intentaron defender sus viviendas, a muchas de ellas, les ocasionaron heridas en el rostro, cabeza y extremidades superiores, los varones tampoco se salvaron de la refriega.

Los gritos de auxilio y las llamadas telefónicas a la Policía tuvieron eco, que lograron controlar la situación, secuestrando el material explosivo y aprehendiendo a los antisociales por portación indebida de armas.

POLICÍA

Los tres aprehendidos de más un centenar de anarquistas, fueron llevados a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y se los identificó como Juan Carlos Apaza Ventura, quien golpeó con una piedra a una vecina a la que dejó con diez días de impedimento legal.

Los otros dos aprehendidos fueron: René Colque Mamanillo de 32 años y Osmar Vladimir Valeriano Zuna de 42 años, según fuentes policiales, denunciados por tenencia y portación de armas no convencionales y fabricación ilícita.

El caso está en investigación a cargo del Ministerio Público, con la finalidad de esclarecer este hecho y poner fin a la histeria de los avasalladores.

Fuente: LA PATRIA