No hay cambios sustanciales en la actividad minera del país

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Un hecho real es que la minería nacional, llamémosla tradicional por su origen desde tiempos de la Colonia y la República, aún siguen siendo parte de la enorme producción de concentrados, especialmente el caso del estaño y hace poco tiempo atrás con cambios en la producción de zinc y plata, pero en todo caso se mantiene el sistema de extracción y su exportación en "bruto", salvando la del estaño que es la única materia prima minera que se exporta con valor agregado.

Los observadores señalan que desde hace años la minería no cambia en los métodos de explotación y por lo mismo tampoco mejora sus niveles económicos, aun teniendo a mano importantes yacimientos, varios todavía en explotación y otros que deberían ser activados como nuevas fuentes de producción minera.

Lo que sucede es que, la actividad minera se desarrolla en ciclos muy parecidos consistentes en la explotación, casi sin refinación y en caso del estaño su venta a la fundición, algo para exportar, pero como otros concentrados sin lograr un total aprovechamiento de los complejos minerales que aprovechan los importadores y sacan ventajas económicas bajo procesos industriales muy simples, que en el caso nuestro todavía no están implementados.

Nuestra minería regular sigue siendo parte de métodos tradicionales, hasta llegar a su venta, destino en el que se somete a descuentos que aplican los compradores para mejorar las condiciones de nuestra materia prima. Este proceso persistirá en tanto no se adopten proyectos definidos para industrializar nuestros concentrados en nuevas fundiciones que deben ser implementadas, empezando por la regularización de Karachipampa, luego implementando las fundiciones de zinc en Oruro y Potosí, la Metalúrgica de Oruro que deberá superar sus índices de producción con el funcionamiento al máximo del horno Ausmelt.

Un problema que merece solución especial, es el de Comibol que continua bajo un sistema delineado en la Ley 1777 (Código de Minería) que tiene a la institución como mera administradora de gestiones, sin un programa renovado de emprendimientos mineros, debidamente asesorados por un equipo profesional, para lograr su reestructuración y al mismo tiempo su reactivación. Hace falta definir una verdadera política minera que abarque las fases de prospección, exploración, explotación, refinamiento y fundición para cerrar el tan mentado círculo minero que sigue siendo parte de buenas intenciones, pero pocas ejecuciones.

La nueva Ley de Minería 535, tiene que ser reglamentada y aplicada con sentido de competitividad, única forma de entrar en el gran negocio de la minería y la metalurgia internacional.