Lapidación

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Triste fue el destino de dos jóvenes, uno de 19 y el otro de 17 años, quienes pensaron a un principio que el lado de la criminalidad estaría a su favor, sin embargo, el dúo erró de camino y pagó con su vida esa elección. Un grupo de enardecidos comunarios del Norte del Potosí, los lapidaron como en el tiempo de la barbarie.

Era casi el mediodía de ayer cuando una lluvia indeterminada de piedras cayó sobre ellos; fueron proyectiles mortales que destrozaron sus cabezas, al momento que autoridades del Ministerio Público les tomaban la declaración informativa en las afueras de la cárcel de Uncía, a pedido de los campesinos del lugar.

No se respetó la ley y menos la vida de un ser humano. Se los castigó al mejor estilo de la época de la barbarie, donde la razón estaba ausente de cualquier pensamiento.

ANTECEDENTES

Cuando hacía su paso por ese lugar, el conductor del motorizado en marcha fue interceptado por los dos jovenzuelos, quienes lo golpearon a fin de robarle el vehículo y así pasó.

Los avezados delincuentes redujeron al chofer, quien tras lo sucedido fue a denunciar el hecho a la Policía. Mientras tanto el vehículo robado era llevado con dirección al departamento de Cochabamba.

CAPTURA

Sin embargo, cuando estaban en el tramo de los municipios de Caripuyo y Sacaca fueron capturados por funcionarios policiales. La madrugada de ayer a los dos aprehendidos los trasladaron desde Sacaca rumbo a Chayanta, provincia Rafael Bustillo, en el Norte de Potosí.

Más tarde serían remitidos hasta la cárcel de Uncía. Llegó la hora de su declaración informativa, cuando los comunarios exigieron a las autoridades policiales y del Ministerio Público, que los dos acusados del delito de robo, sean sacados de la cárcel para que ese actuado se lo efectúe delante de los enardecidos campesinos.

La Policía, intentó en todo momento resguardar la vida de los dos muchachos, pero más primó la vaciedad y el carácter iracundo de los presentes, quienes rebasaron todo resguardo de la ley, pese a que incluso se roció gas lacrimógeno.

LAPIDACI�?N

Los comunarios se armaron de piedras en las manos y comenzaron a lanzar en contra de las dos personas, como si se tratase de un "juego de tiro al blanco", según el relato de algunos testigos.

Con esa acción, Bolivia retrocedió varios siglos en la forma de administrar justicia, y la lapidación de ambos era inminente. Las piedras de todos los tamaños destrozaron sus cabezas y sus almas partieron a otro mundo, dejando un mal precedente de la probidad en el país, ante la mirada internacional.

Los jóvenes fallecidos fueron identificados como José Luis Ibarra Choque de 19 años y Álex Quispe de 17 años. Las autoridades presentes también fueron apedreadas. Más tarde los cuerpos fueron levantados y llevados hasta la morgue del Hospital "Madre Obrera" del municipio de Llallagua.

El caso está en investigación y se estimó que la investigación será dura, al tener un pueblo hostil de por medio.

Fuente: LA PATRIA.- Uncía