Reconoció a uno de los antisociales, a quien le dicen el "Paty", conocido por su reputación en el mundo del hampa. En ese momento, los delincuentes procedieron a golpearlo.
Vladimir contó que se arrodilló frente al "Paty" y le ofreció que se llevara sus zapatillas, rogándole que no le haga más daño. El ladrón no tuvo piedad y le dio una patada en la cara.
Vladimir dijo que se quedó como media hora botado en el piso y nadie le ayudaba. "Me miraban y se iban nomás", lamentó.
Entonces, el joven reunió fuerzas y, al ver que no tenÃa dinero, decidió irse a pie hasta su casa en la extranca RÃo Seco. Caminó sangrando.
En el trayecto se esperanzó al ver que una señora abrÃa su garaje. Le pidió ayuda, pero la mujer lo confundió con un delincuente y lo atacó con un palo de escoba. Le dio como tres golpes antes de que Vladimir escapara.
Asà el universitario pudo llegar a su casa. Manifestó que con sus últimas fuerzas golpeó su puerta y, ahÃ, se lanzó al piso. Ya no podÃa más.
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