Su conducta es una combinación de elementos democráticos y autoritarios. Son regÃmenes que adoptan la forma de democracia popular, con instituciones polÃticas formalmente democráticas que maquillan la realidad de la dominación autoritaria. Carecen de un área de competencia lo suficientemente abierta, libre y justa como para que el partido gobernante pueda ceder el poder de forma voluntaria. Estos comportamientos hacen que paulatinamente vayan disminuyendo el caudal electoral a su favor y no cuenten con el favoritismo de la mayorÃa del electorado, por esta razón se aferran al poder de forma irregular manipulando las leyes a su gusto, aprovechando su relativa mayorÃa electoral.
Estos sistemas son, por lo tanto, aquellos regÃmenes precedidos por una experiencia autoritaria o tradicional, que experimenta un inicio de apertura, liberalizadora y parcial ruptura de la limitación del pluralismo. Esto significa que junto a viejos actores polÃticos democráticos surgieron como una respuesta a gobiernos arbitrarios y prepotentes pero con el trascurso del tiempo, se derrumbaron debido a: deficiente administración del Estado, incremento del gasto público en obras no justificadas, despilfarro de fondos en obras insulsas e innecesarias, permanentes actos de corrupción, judicialización de la polÃtica y otros actos inconcebibles que dieron lugar al descontento de la población y al surgimiento de una clara oposición que pregona la recuperación de las libertades constitucionales y relativo respeto de los derechos civiles. Esas oposiciones son admitidas a participar en el proceso polÃtico, pero se encuentran sustancialmente excluidas de cualquier posibilidad de acceso al gobierno.
Por lo tanto, existe más de un partido, uno de los cuales sigue siendo dominante -hegemónico en elecciones semi competitivas y a la vez se da un cierto grado de competición real entre los candidatos en el interior de un paÃs, en tanto que los otros partidos se encuentran poco organizados y algunos son de reciente creación y con escaso electorado.
Los regÃmenes hÃbridos combinan elementos de democracia y autoritarismo, con una distribución desigual de democracia y ciudadanÃa en sus paÃses pues mientras una mayorÃa de la población rural está excluida de toda posibilidad de participación polÃtica o económica, una minorÃa disfruta de las ventajas del pluralismo a nivel nacional. Lo negativo de estos gobiernos es el abuso del poder, de las instituciones del Estado, medios de comunicación y publicidad estatal, asà como la presión y asfixia económica de los medios de comunicación independientes que no comulgan con el actuar del gobierno.
Hoy en dÃa, la mayorÃa de los regÃmenes polÃticos del mundo no son ni claramente democráticos ni completamente autoritarios, sino que comparten elementos tanto de la democracia como del autoritarismo. Esta nueva categorÃa de regÃmenes polÃticos ha sido conceptualizada y operacionalizada de muy distintos modos, sin que quizás se haya ofrecido una respuesta satisfactoria conjunta a los aspectos teóricos y metodológicos. En comparación con las dictaduras, las democracias tienen una ventaja reproductiva. Sobreviven mejor a las crisis.
Los procesos de cambio polÃtico iniciados en paÃses autoritarios, en las últimas sacudidas de la tercera ola democratizadora, no han derivado siempre en formas de gobierno democráticas, sino que en muchos casos han dado lugar a nuevos tipos de autoritarismo o a regÃmenes cercanos a la democracia que pueden adolecer de problemas significativos en el funcionamiento del gobierno. Estos paÃses son difÃcilmente tipificables en las categorÃas clásicas, de regÃmenes polÃticos, establecidas por la Ciencia PolÃtica, que se han diferenciado tradicionalmente entre regÃmenes democráticos, autoritarios y totalitarios. Estos nuevos regÃmenes se han conceptualizado de diversas formas.
Lo que ocurre es que la democracia no es sólo un sistema de gobierno, con instituciones y participación electoral. En una democracia participativa y representativa los ciudadanos deben defender sus derechos frente a los abusos de un Estado despótico y enfermo de poder La democracia es más estable y justa cuando funciona desde abajo a arriba, con participación ciudadana, movimientos sociales que defienden intereses que las autoridades y los partidos en el Congreso no son capaces de articular.
(*) Ingeniero
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.