El tema de las relaciones con el Brasil, desde que se confirmó el triunfo del candidato derechista, autoritario y al mismo tiempo conservador, un excapitán del ejército de su país y declarado enemigo de las corrientes populistas, como es Jair Bolsonaro, que asumirá el mando del estratégico país sudamericano, el más grande y fuerte de la región, porque así se lo reconoce, obliga a tomar ciertos recaudos, particularmente en el delicado tema de nuestras futuras relaciones diplomáticas, la vía más expedita para tratar y negociar asuntos bilaterales.
Ya se ha mencionado y no solo en nuestro país, también en los otros vecinos, que la situación que viene por delante no será sencilla, pues el presidente electo en el Brasil ya dio algunas muestras de lo que significará su mandato, en función de recuperar un modelo de gobierno vertical y fomentar medidas dirigidas de manera especial a imponer el sistema de mando prevalente, que significará la imposición de condiciones favorables a los intereses de esa nación.
El resultado ya definido en las urnas, ratificado oficialmente y que solo falta el inicio de sus operaciones, ha generado una variedad de comentarios, desde los más reales hasta elucubraciones que pueden o no cumplirse en el tiempo venidero de manera inmediata o cuidadosamente dosificadas para aplicar las políticas que pueden tener efectos radicales, especialmente en materia de relaciones y negocios.
Bolsonaro tiene ya definida su estrategia y no ha hecho ahorros en comentarios sobre lo que impondrá, modificará y establecerá en sus relaciones internacionales, pero de manera especial, ese proceso será muy marcado con los vecinos y entre estos nuestro país que tiene un contrato importante de venta de gas, que en todo caso deberá cumplirse sin "vuelta de hoja".
Un analista nacional se refiere al cambio estructural de la política brasileña que funcionará en adelante, sustituyendo un esquema "populista" que cansó a la comunidad y definió en las urnas sustituirlo por otra corriente también populista pero de la derecha, lo que confirma según el observador que hay populismos en ambos lados, autoritario o neoliberal, manejado con autoritarismo estatal y respaldado por corrientes ideológicas de extrema derecha, terratenientes y en el caso del Brasil incluyendo a grupos evangélicos de la línea "pare de sufrir".
El caso de Brasil, sin ser un secreto, tiene ya connotaciones especiales que deben ser analizadas seriamente para que se manejen las relaciones diplomáticas en el mayor nivel de respeto y entendimiento, cuidando situaciones provocativas en discursos altaneros, que en este caso tendrán directo resultado negativo que pueden perjudicar el curso de nuestras relaciones comerciales, muy importantes para el desempeño futuro de nuestras exportaciones, particularmente de gas.
Ya se han adelantado algunas medidas para las futuras negociaciones con el nuevo gobierno y se coincide en el hecho de extremar el manejo de nuestros intereses en base a planteamientos competitivos, tomando en cuenta que precios y volúmenes pueden ser objeto de modificaciones, para los que deberán estar listas las contrapropuestas nacionales, además sustentadas en un manejo de alta diplomacia y criterios profesionales.
Hay que estar muy seguros de nuestra posición, sabiendo que Brasil es uno de los principales socios comerciales de nuestro país al constituirse en el primer mercado de exportación para el gas natural, que dicho sea de paso en la gestión pasada significó el 96 % de nuestras exportaciones al vecino país, un aspecto que merece cuidadosa atención.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.