Miercoles 14 de noviembre de 2018
ver hoy
El rotundo fracaso ante el TIJ de La Haya, ha tenido la "virtud" de ver, finalmente, qué podemos hacer para no depender tanto de los puertos chilenos; han surgido ideas sobre tres puertos privados: Aguirre, Gravetal y Jennifer, y el puerto Busch propiedad del Estado. Son muchas las elucubraciones que se han hecho en estas últimas semanas sobre la urgencia de "habilitar dichos puertos para conseguir mayor tonelaje para las importaciones y exportaciones" del país por el océano Atlántico. Igualmente, se ha visto la necesidad de utilizar Ilo y que podría prestar importantes servicios al país; pero?
Como es lógico, las cinco instalaciones requieren modernizarse para ser habilitadas plenamente para lo que precisamos; se han expresado diversas cifras o posibles presupuestos que llegan, en conjunto, a más o menos, 1.200 millones de dólares y surgen, automáticamente, las interrogantes: muy buenas opciones pero para hacer ¿qué? ¿Qué estudios hay sobre lo que cada puerto requiere? ¿Se ha consultado a algún técnico o a organismo internacional sobre las posibilidades de habilitación de dichos puertos? Actualmente, ¿qué es lo que ofrece cada una de las opciones?
El Presidente anunció que el gobierno "invertiría 250 millones de dólares en Puerto Busch"; pero sin decir nada sobre las bases de este anuncio o si son efecto de estudios serios y responsables. En todo caso, hay que colegir que estamos "haciendo cálculos al aire", aunque surge la idea - que puede ser una esperanza - que los propietarios o compañías que estarían a cargo de los puertos privados ya tendrían estudios hechos pero que es oportuno actualizarlos y habilitar todo en forma inmediata o en pocos años.